Cárceles de Aragón: masificación de reclusos y una plantilla escasa

Los centros aragoneses presentan un índice de ocupación del 168%, frente al 138% de media nacional según los datos publicados por ACAIP.

Un funcionario vigila desde la torre las instalaciones del centro penitenciario de Zuera.
Un funcionario vigila desde la torre las instalaciones del centro penitenciario de Zuera.
heraldo

Si bien es cierto que en los últimos años se ha reducido el número de presos y, por lo tanto, el problema de masificación penitenciaria en Aragón, los funcionarios de prisiones aseguran que los problemas ocasionados por la falta de personal son cada vez más graves debido, entre otras razones, al envejecimiento de las plantillas y a la escasa oferta de empleo público para suplir estas carencias. Este conflicto supone una de las mayores preocupaciones del colectivo, “junto a la nefasta política penitenciaria que se viene llevando a cabo”, aseveran.


Así lo han confirmado fuentes de la Agrupación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias de Aragón (ACAIP), el sindicato mayoritario entre los funcionarios de prisiones de España, que cifran en un 168% el nivel de masificación de las cárceles aragonesas actualmente, frente a la media nacional que se sitúa en un 138%.


A fecha de abril de 2016, en las prisiones aragonesas –es decir, los tres centros penitenciarios de Zuera, Daroca y Teruel, y los dos Centros de Inserción Social de Zaragoza y Huesca-, hay un total de 2.070 internos, frente a los 2.500 de abril de 2010, año en el que se alcanzó el máximo histórico de internos en nuestro país. Sin embargo, y pese al enorme descenso recogido, los trabajadores de prisiones acusan una notable falta de efectivos.


De los tres centros penitenciarios aragoneses, el de Zuera (tradicionalmente uno de los más saturados del norte de la península) es el más grande, con 1.400 internos repartidos en 1008 celdas. Además, habría una treintena de internos en el CIS de Huesca y 95 en Las Trece Rosas, en Zaragoza. Ambos centros dependen de Zuera. En la actualidad el personal del centro asciende a 500 trabajadores entre personal laboral y funcionario.


En la cárcel de Daroca hay un total de 328 internos repartidos en 230 celdas. Además hay un módulo que permanece cerrado por obras que presumiblemente abriría sus puertas a principios de mayo, con 67 celdas que darían cabida a otros 100 reclusos. En cuanto al personal que trabaja en estos momentos en el centro asciende a 248 personas.


Finalmente, la cárcel de Teruel cuenta con un centenar de celdas y 211 internos, y con una plantilla de 123 trabajadores. Además, en la capital turolense también hay un módulo de 112 celdas que permanece a la espera de abrirse por problemas de personal. Quizás es en este centro donde estas carencias de personal resultan más claras: “Están ya bajo mínimos como para abrir un módulo más”. En estos momentos en España hay 26 módulos sin estrenar y más de 1.550 celdas sin ocupar.


“Todos estos problemas repercuten no solo en las malas condiciones de los trabajadores, sino en la carga de trabajo, que aumenta día a día con una creciente burocratización para llevar a término un buen servicio público, y que afecta también a los niveles de seguridad”, afirman representantes de ACAIP Aragón, que afirman que actualmente en torno al 40% de los trabajadores de prisiones son mayores de 50 años, frente al 5% de hace dos décadas. “En 1995 el 80% de los funcionarios eran menores de 40 años, en 2015 no llega al 21%”, aseveran fuentes del sindicato, “con los consiguientes problemas de salud sobrevenidos a causa del estrés profesional y del trabajo a turnos”. Por otro lado, una gran número de funcionarios está desplazado de su tierra por lo que, en muchos casos, hay cárceles que se transforman en “lugares de paso” para estos trabajadores.

Programas de voluntariado frente a las carencias

El Sindicato ha elaborado un informe sobre la Situación de las Instituciones Penitenciarias entre 2011 y 2015 en el que aseguran que entre defunciones, bajas y jubilaciones se han perdido más de 1.800 efectivos a nivel nacional, mientras que la oferta de empleo público apenas ha alcanzado los 450 puestos. “Este año 11 funcionarios en prácticas serán destinados a las prisiones de Aragón para completar su formación”, aseguran.


En España en estos momentos hay más de 23.200 dotaciones de personal funcionario, de las cuales tan solo hay cubiertas 21.500. El resto, unas 1.700, serían vacantes. “En Zuera en estos momentos hay 28 plazas sin ocupar de funcionarios de vigilancia, diez de personal de oficina, tres de médico, seis auxiliares de enfermería, tres de demandadero –que son aquellos trabajadores encargados de las compras autorizadas para los presos fuera de prisión- y seis de trabajadores sociales. Tan solo hay dos cocineros para más de 1.500 internos”, indican desde el sindicato.


Frente a estas carencias surgen iniciativas para tratar de suplir estas carencias, como el Programa Plena Inclusión Aragón. Desde 2004

?Esperanza Marin y su equipo –formado por 10 personas-, trabajan con internos con discapacidad intelectual. “Todos los miércoles y los viernes vamos a la cárcel de Zuera a trabajar con una veintena de internos, sobre todo para mejorar sus habilidades sociales y trabajar en su futura reinserción”, asegura. Un trabajo que sin el equipo de voluntarios “sería completamente imposible”, puntualiza.

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