Un tercio de los delitos de odio en Aragón fueron contra discapacitados

La Policía detuvo a 17 personas el año pasado en la Comunidad por este tipo de actos.

Doce usuarios de Aspace pudieron disfrutar la semana pasada de varios días en la playa de Cullera.
Aspace denunció en 2015 un caso de discriminación en un hotel en Cullera.
Aspace/Facebook

Son solo cifras orientativas, la punta del iceberg de un problema mayor, pero sirven de termómetro para conocer las tendencias delictivas en cuestiones de odio. Es decir, aquellas que atentan contra las personas en función de su orientación sexual, religiosa o social. Según la estadística presentada por el Ministerio de Interior, el año pasado se registraron 32 de estos delitos en Aragón, 18 menos que un año antes.


De ellos, en 27 ocasiones fueron las víctimas las que dieron cuenta a la Policía de lo sucedido. Fruto de la labor de los agentes se consiguió detener a 17 individuos en la Comunidad. Por provincias, Zaragoza sufrió 24 casos, 6 en Huesca y 2 en Teruel. Y por tipo de grupo social atacado, destaca que mientras en 2014 la mayoría de los hechos conocidos afectaban a personas por su orientación o identidad sexual (36 de 50), el año pasado fueron los discapacitados los que salieron peor parados, con un tercio de las investigaciones (11 de 32).


Desde la Fundación de Disminuidos Físicos de Aragón (DFA), su secretaria general técnica, Marta Valencia, reconoce que les ha “sorprendido” este incremento. “Es preocupante que haya ese clima de intolerancia en nuestra sociedad”, lamenta. Y eso teniendo en cuenta que “muchos casos no se denuncian”.


Por ello intentarán tomar medidas. “Vamos a plantearnos actuar con campañas de sensibilización para conseguir una ambiente más tolerable, propio de una sociedad desarrollada como la nuestra”, así como acciones formativas para que las personas con alguna discapacidad “sepan cómo actuar en este tipo de casos”, comenta Valencia.


El resto se repartieron entre los delitos por racismo o xenofobia (9), ideología (6), identidad sexual (4) y aporofobia (2), aquellos dirigidos contra las personas más pobres de la sociedad. Para Katrina Belsué, coordinadora de la Oficina de Información y Denuncias de SOS Racismo Aragón, no solo se da el problema de que la víctima no acuda a la Policía. “En muchas ocasiones presentamos denuncia y es la propia Administración la que nos da la espalda y dice que no es un delito racista”, critica.


Es por eso que desde este colectivo reclaman “mayor formación” para policías y jueces. “Hemos denunciado discriminaciones por no dejar entrar a un extranjero en un bar y nos lo han archivado tanto en Consumo como por la vía judicial”, lamenta.

La mitad se resuelven

En el conjunto del país, las fuerzas y cuerpos de seguridad han registrado 1.328 casos de delitos de odio, un 3,3% más que en 2014. Los más habituales el año pasado fueron los relacionados con el racismo y la xenofobia, seguidos de los ideológicos, por discapacidad, y por orientación sexual. De todos ellos, 687 fueron esclarecidos (51,7%).


Entre los tipos de infracciones incluidas como delitos de odio, los que más se detectaron por la Policía fueron las lesiones (240 casos), amenazas (205), injurias (113) actos racistas en el deporte (88) y daños (86), aunque también se registraron numerosos abusos sexuales, vejaciones y tratos degradantes.

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