Manuel López se despide como rector de una Universidad "dañada, pero recuperable"

Durante el acto oficial de San Braulio, exige consensos que eviten cambios cada cuatro años. El presidente de Aragón, Javier Lambán, anuncia un pacto por la Universidad y la Ciencia.

El presidente del Consejo Social de la Universidad, Manuel Serrano; el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; y los dos rectores:el saliente, Manuel López, y el electo, José Antonio Mayoral.
El presidente del Consejo Social de la Universidad, Manuel Serrano; el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; y los dos rectores:el saliente, Manuel López, y el electo, José Antonio Mayoral.
Oliver Duch

Tradicionalmente, el día de San Braulio, el patrón de la Universidad de Zaragoza, combinaba la fiesta y la reivindicación. Pero la de ayer fue una jornada casi en exclusiva lúdica. La despedida de Manuel López como rector y el reciente acuerdo de financiación con el Gobierno aragonés contribuyeron a eliminar las quejas del programa y a centrar los discursos en consensos, la palabra más repetida por las autoridades que acudieron a la cita.


Sin embargo, este propósito no fue óbice para que López recordara malos momentos vividos al frente de la Universidad ni para olvidar algunos de los retos a los que se enfrenta el que será el próximo equipo directivo, que tomará posesión a mediados del mes de abril. "He sentido el desánimo, la inquietud, la zozobra que hemos vivido estos años. Pero, gracias al esfuerzo de todos, la Universidad de Zaragoza ha salido dañada, pero reversiblemente recuperable", manifestó en su discurso.


Durante su alocución, también recordó que decenas de investigadores aragoneses están en el extranjero, que jóvenes profesores investigadores llevan años esperando estabilidad en sus puestos y que el personal de administración y servicios demanda una carrera profesional digna. Además, se refirió a las dificultades que viven muchos estudiantes "porque las becas llegan tarde o no son suficientes o porque las tasas de los másteres son demasiado altas". A pesar de todos estos motivos, López no solicitó una mayor financiación gubernamental, ya que está contento con el acuerdo alcanzado, pero sí "políticas estables, elaboradas conjuntamente, que trasciendan más allá de los posibles cambios de Gobierno que pueda haber".


El acto solemne del día del patrón contó con la asistencia del presidente aragonés, Javier Lambán, que recogió el guante y aprovechó la cita para anunciar un pacto social y político por la Universidad y por la Ciencia, al estilo del que ya está en marcha, de una manera muy germinal, con la educación no universitaria, y que se debate ahora en el Consejo Escolar. "No hemos pensado aún sobre qué ámbitos concretos deben articularse, pero desde luego debería ser de una forma análoga a como se está trabajando sobre educación, comenzando con mucha presencia social", contó.


Y no fue el único compromiso al que llegó el presidente de la DGA. También propuso igualar la inversión autonómica en ciencia a la media nacional, que se sitúa en el 1,2% del PIB. Además, dijo que su Ejecutivo está estudiando medidas para reducir las tasas de los másteres para el próximo curso y la creación de becas de movilidad para fomentar los campus de Huesca y Teruel.


El líder socialista mostró además su intención de contar con la institución durante la legislatura. "La Universidad es motor incuestionable de la economía y la cultura, y una cantera de líderes. Aspiramos a que Aragón juegue en el tablero nacional no con el peso que le concede su demografía, sino su talento, cuya fuente original está aquí", declaró.


Además de mencionar la Ley de Ciencia que quiere aprobar en 2017, Lambán también aprovechó la celebración para insistir en Aragón como un puente entre Cataluña y el resto de España. Y, en este sentido, citó la exposición que preparan profesores universitarios catalanes y aragoneses y que podrá verse en el Palacio de Sástago el próximo otoño.


Lambán, que se despidió de la concurrencia en latín, y entonando con el resto de la sala el ‘Laudeamos Igitur’, había dicho adiós minutos antes a un rector saliente que considera "inteligente, prudente y con una firme resolución de llevar adelante sus ideas".


Tanto él como Manuel López tendieron su mano a José Antonio Mayoral, nuevo rector, del que alabaron que haya conseguido reunir un equipo en el que están representadas las sensibilidades mayoritarias de la institución y al que, según su antecesor en el cargo, "le hará falta mucha rasmia".

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