Aragón pasa de tener la segunda gasolina más barata a equipararse a la media nacional

Aragón inició el 2016 perdiendo su habitual posición como una de las autonomías con la gasolina más barata de España. Algo que era “previsible” para el sector de las estaciones de servicio debido a la implantación del nuevo impuesto del tramo autonómico sobre hidrocarburos, cuyo impacto con respecto a otras autonomías se ha dejado notar nada más cruzar el año.

Según el índice de precios medios recopilados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Aragón ha pasado de ser la segunda Comunidad peninsular con la gasolina y el gasóleo más baratos de todo el Estado, solo superada por Navarra, a equiparse actualmente a la media nacional.

En concreto, los precios de los surtidores se situaron de media en Aragón durante el primer mes del año en 1,107 euros el litro de gasolina 95, apenas 0,2 céntimos menos que la media nacional. Una diferencia mucho más discreta que los 2,5 céntimos de diferencia que se daban apenas un mes antes de forma previa a la aplicación del impuesto, y que coincide con el importe del nuevo gravamen.

Esta subida se traduce en que las gasolineras aragonesas han perdido su posición privilegiada cediéndola ante País Vasco, La Rioja, Castilla y León, Cantabria y Madrid, además de Navarra, que ahora cuentan con precios más competitivos para el consumidor.

El panorama es similar al que se da con el gasóleo A, donde la Comunidad también era la segunda con mejores precios de venta al público, y que ahora también se ha visto superada por otras cinco regiones con mejores precios.

Pese a esto, los usuarios que durante el pasado mes de enero acudieran a repostar apenas han notado la subida impositiva debido a la rebaja en el precio del crudo. Tal y como se puede ver, la media de todas las gasolineras del país ofertaban en diciembre el litro de gasolina 95 casi tres céntimos más caro que en el primer mes del 2016.

Desde Aesar, la asociación que aglutina a las estaciones de servicios aragonesas, se explica que el precio de venta al público varía mucho en función de la cadena de distribución, ya que algunas “utilizan políticas de precios muy agresivas”. Aún con todo, su presidenta, Pilar Soto, ya señaló hace unas semanas que la llegada del impuesto sobre hidrocarburos a Aragón ha coincidido con la retirada definitiva del mismo en Castilla y León y otras autonomías, lo que está provocando un “efecto frontera” que hace que las gasolineras aragonesas en zonas fronterizas con la autonomía castellanoleonesa ya estén apuntando un descenso de ventas.

Por su parte, desde la DGA -que pretende recaudar 18 millones de euros con el nuevo tributo-, se ha reiterado desde su entrada en vigor que se ha apostado por imponer el impuesto buscando la fórmula que grave menos al usuario, aplicando la mitad del máximo legal permitido (que puede llegar a los 4,8 céntimos, y en Aragón se ha quedado en 2,4), así como liberar del impuesto a los conductores profesionales.

De hecho, si se observa el ranquin autonómico, se pueden encontrar combustibles más baratos que en la Comunidad en aquellas autonomías donde ya no se apuesta por este tributo o se hace en importes más bajos que Aragón, como Castilla y León, que tras suprimirlo es ya la más barata de España solo superada por Canarias.