La despoblación y los recortes acaban con más de 60 consultorios locales en 5 años

Estos centros proporcionan atención primaria y dependen funcionalmente de un centro de salud.

Consultorio médico de Viver de la Sierra
Consultorio médico de Viver de la Sierra
M. Navarro

La comunidad aragonesa pierde poco a poco infraestructuras sanitarias. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, a finales de diciembre de 2015 había registrados un total de 846 consultorios locales, 22 menos que un año atrás y casi una setentena de diferencia con los había cuando terminó el 2010 -primer dato que registra el Instituto Aragonés de Estadística-. Estos centros se dedican a la atención primaria, especialmente en el mundo rural, y dependen funcionalmente de los centros de salud.


“Es un problema que se viene dando desde 2010, pero que en 2013 se agravó, puesto que se produjo un mayor recorte en la sanidad aragonesa”, destaca Ángeles Galán, secretaria de Sanidad de UGT Aragón. Desde su punto de vista, una parte de la reducción de los consultorios locales se produce por las políticas aplicadas por el anterior ejecutivo autonómico. “El anterior consejero comenzó una política de centralización de servicios para economizar recursos, entre ellos, se optó por cerrar los consultorios más viejos y que tenían menos pacientes”, señala Evangelino Navarro, presidente de Sanidad de CSIF Aragón.


Galán también destaca el problema de la despoblación, que cada día se acrecenta más en los municipios aragoneses. “Cuando las zonas rurales van perdiendo población, los facultativos que están asignados en esos consultorios locales se quedan sin el mínimo de tarjetas sanitarias. En este caso, es normal que se reagrupen varios de la zona en solo uno”, explica Galán. Según recalca Navarro, es un problema que está teniendo especial incidencia en la provincia de Teruel, aunque afecta a toda la comunidad.


De este modo, los pacientes pasan de tener acceso a la atención primaria de manera continuada, a que el médico y el enfermero del centro de salud de referencia pase una vez o dos a la semana. “Por el contrario, el resto de días son ellos los que deben desplazarse hasta el centro de salud para que los puedan atender”, puntualiza Galán. Tal y como sostiene, todo depende del grueso de la población, ya que dependiendo de esta cuestión se establece la frecuencia de visita y la decisión de cuántas tarjetas son necesarias para mantener un consultorio.


Ejemplo de ello es que en estos años, la zona de Biescas ha perdido los dos consultorios con los que contaba. Lo mismo le ha ocurrido a La Fueva, que también se ha quedado sin su consultorio. Y así, hasta completar los 66 que han desaparecido en los últimos 5 años en Aragón. Una cuestión que no es de extrañar si tenemos en cuenta que casi el 25% de los municipios aragoneses tienen una población inferior a 100 habitantes. Un problema que se va acentuando cada día que pasa.


No ha ocurrido lo mismo con los centros de salud, aunque en estos momentos hay registrados cuatro menos que en 2010. “Los centros de salud suelen estar en las zonas más pobladas, por lo que cuando hay un descenso de la población como ha ocurrido en estos años, se traspasa  el número de pacientes de uno a otro”, recalca Galán. Sin embargo, en los consultorios -a pesar de que también hay en los núcleos urbanos- esta cuestión es más compleja.

Una tendencia que podría mantenerse

A pesar de que el Ejecutivo autonómico ha señalado en varias ocasiones su apuesta por luchar contra la despoblación, de momento, parece que la tendencia es clara y se va reduciendo el número de habitantes. Por ello, desde UGT no considerarían extraño que el número de consultorios siguiera descendiendo en los próximos años. “No hemos realizado ningún estudio, pero es algo que podría ocurrir, dada la baja natalidad y la despoblación de determinadas áreas”, reconoce Galán.

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