Los accidentes laborales se disparan en el campo

Las estadísticas señalan que cada día se producen entre dos y tres siniestros, la mayoría leves. Ganaderos y agricultores piden más ayudas para renovar la maquinaria.

Imagen de archivo de un accidente laboral en el campo.
Imagen de archivo de un accidente laboral en el campo.
Antonio García

Apenas 20 días separaron las dos últimas muertes de A. V. (62 años) y J. C. (49 años). Ambos eran trabajadores del sector agrario de la Comunidad y encontraron la muerte mientras trabajaban. Uno a finales de diciembre de 2015, otro mediado el mes de enero. Desde hace varios años, la siniestralidad laboral en los trabajos del campo no ha dejado de crecer y los sindicatos alertan de que, en la mayoría de los casos, detrás de los siniestros está la maquinaria obsoleta que ganaderos y agricultores utilizan a diario.


El Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA) registró en sus bases de datos un total de 981 accidentes laborales, la mayoría (973) fueron de carácter leve, pero las estadísticas oficiales incluyen tres fallecimientos, uno más que el año anterior. La media de afiliados del sector se situó el año pasado en torno a los 22.743, casi medio millar más que en 2014.


En la serie histórica 2009-2015, los datos registrados en 2015 no tienen comparación: sobrepasaron en más de un centenar los 857 accidentes que hubo que lamentar en 2014 (840 de ellos leves) y en más de 200 a los 760 siniestros que tuvieron lugar entre enero y diciembre de 2009.


Lo cierto es que, paralelo a este registro oficial, existe otro en el que las cifras adquieren un tinte aún más negro: las estadísticas del ISSLA solo incluyen a los trabajadores que están dados de alta en la Seguridad Social. Fuera de ellas se quedan los jubilados que siguen acudiendo a cuidar de los animales y las cosechas porque la ley les permite seguir trabajando cierto número de horas al cabo del año pese a estar fuera del mercado laboral. Este grupo de edad es uno de los que más accidentes sufre y, desgraciadamente, muchos de ellos son mortales.


Así, la cifra de fallecimientos que maneja la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) se eleva hasta las 10 personas (cinco fallecidos en la provincia de Huesca, tres en Zaragoza y dos en Teruel).


Todos los fallecidos eran hombres. UAGA advierte que si bien los siniestros en personas mayores de 70 años se siguen dando con frecuencia, tres de los fallecidos el año pasado rondaban los 40 años. 


Los siniestros más habituales se producen por el vuelco de tractores, pero también es común que se produzcan aplastamientos, bien de estructuras pesadas bien de alpacas. Precisamente fue esto lo que le pasó al hombre que falleció en enero en la Cooperativa Los Monegros de Sariñena.


Clamor por un plan renove “serio”


Un agricultor mayor con una maquinaria obsoleta. Esta es “la mezcla perfecta” para que se produzca un accidente laboral en el sector agrario según José Antonio Miguel, responsable de costes de producción del sindicato UAGA-COAG. “Frente al envejecimiento de los trabajadores no podemos hacer mucho, pero sí se puede solucionar el segundo aspecto”, explica Miguel. “Desde hace tiempo venimos reivindicando un plan renove que sirva, que sea serio y beneficie verdaderamente a los agricultores y ganaderos”, agrega.


Según este responsable sindical, la Administración no dota con suficientes fondos los actuales planes renove para maquinaria agrícola (refiere que últimamente se vienen habilitando unas partidas que suponen “ en torno a la cuarta parte” de las líneas aprobadas en 2006) y, además, estos están diseñados de tal forma que no resultan nada atractivos para la mayoría de trabajadores del sector.


“Un tractor medio puede costar entre 100.000 y 120.000 euros y la ayuda que a día de hoy se ofrece ronda los 7.000 euros”, ejemplifica José Antonio Miguel, quien señala que las marcas de maquinarias, conocedoras del esfuerzo que supone adquirir uno de sus productos, suelen ofrecer condiciones de financiación ventajosas. Aunque todo suma, lamentablemente no es suficiente y por ello Miguel pide “una apuesta decidida del Gobierno para hacer planes renove efectivos”.


Para minimizar lo máximo posible los siniestros, desde las organizaciones de trabajadores y desde las administraciones se trabaja por concienciar sobre la importancia de observar medidas de seguridad laboral. Por ejemplo, en 2011, COAG lanzó una campaña que bajo el lema 'La prevención es salud' repartió 10.000 kits informativos en toda España para contribuir a la prevención de riesgos en las explotaciones agrarias.

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