La esperanza de vida se reduce en Aragón tras una década de ascenso

?Las mujeres son las más afectadas, con un descenso de unos 110 días de vida en comparación con 2014.

Es recomendable que los mayores coman en compañía
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La esperanza de vida al nacer no ha hecho más que crecer en los últimos años. Un hecho que ha provocado que en la actualidad no sea extraño que haya cientos de aragoneses que superen los 90 años y varias decenas que lleguen al siglo de vida, algo impensable tiempo atrás. Sin embargo, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta tendencia al alza se ha roto tras más de una década de esta tendencia.


En los datos ofrecidos hace unos días se registra el primer descenso de la esperanza de vida de los aragoneses después de varios años de ascensos. La cifra no es elevada, supone casi 80 días de vida, pero aún así, muchos son los especialistas que lo achacan a la reducción de recursos sanitarios. Según los datos del INE, los nuevos aragoneses que llegaron al mundo en 2014 vivirán 82,86 años de media, mientras que los que nacieron un año antes, tenían una esperanza de vida de 83,07 años. Esta bajada se produce después de varios años de ascensos, de hecho, en la última década las expectativas de vida habían crecido casi 3 años en la comunidad aragonesa.


Una cuestión “fácil” de entender para la asociación El Defensor del Paciente. “En estos momentos, las personas más desfavorecidas han experimentado un recorte en su calidad de vida por la falta de medios económicos, lo cual conlleva un deterioro de la alimentación, del acceso a los fármacos...”, sostienen. Además, subrayan que se ha producido un colapso de la sanidad pública que ha provocado que, con las largas listas de espera, los diagnósticos precoces de las enfermedades sean cada vez menores. “En conclusión, la crisis y los recortes han hecho mella en la salud de las personas”, subrayan.


Una opinión que comparte Carlos Gómez, decano del Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Aragón. “Aragón ha gozado durante estos años de una elevada esperanza de vida porque nuestro sistema hacía especial hincapié en la prevención, los programas educativos saludables, etc. Sin embargo, en los últimos años, los recortes han disminuido la cobertura sanitaria”, recalca.


La profesora del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza, María Zúñiga, también considera que los datos registrados este año se pueden deber al descenso continuado en la inversión de sanidad y geriatría, aunque al mismo tiempo apunta a las continuadas olas de calor severas que ha sufrido la comunidad. No hay que olvidar que cualquier cambio en la forma de vida, incluida la subida de temperaturas que se está produciendo en los últimos años, pueden afectar a la esperanza de vida.  


Sin embargo, Zúñiga subraya que puede deberse a un fenómeno “puntual”. “Hasta que no haya bajadas continuadas durante un par de años más no se sabrá si es una nueva tendencia”, declara.


No obstante, esta reducción de la esperanza de vida no afecta de igual manera a hombres que a mujeres. Pese a que lo hombres siguen teniendo una esperanza de vida menor que las mujeres -casi 6 años de diferencia-, en esta ocasión es el sexo femenino el que ha visto reducir de manera más considerable su esperanza de vida. De este modo, las mujeres han perdido 110 días de vida -bajando de los 86 años de media-, mientras que los hombres son menos de 50 días -siguen en los 80 años-.


“Lo normal es que la esperanza de vida ente hombres y mujeres tienda a aproximarse, por lo que no es de extrañar que descienda más en las mujeres que en los hombres, ya que hay mayor margen”, subraya Gómez. En su opinión, la tendencia a igualar ambas situaciones se produce porque “las condiciones y los estilos de vida de ambos sexos” ya no son tan diferentes como lo eran hace treinta o cuarenta años.

Menor esperanza de vida en otras CC. AA.

La reducción de la esperanza de vida no ha afectado solo a Aragón, un total de seis comunidades autónomas han visto cómo su longevidad se veía ligeramente acortada. No obstante, la comunidad aragonesa es la segunda -solo por detrás de Melilla- que más reduce este índice. “En Aragón la esperanza de vida era de las más elevadas, por lo que es normal que al descender la cobertura sanitaria sea una de las que primero lo note. Además, hay comunidades que tenían unas cifras muy bajas, así que no les afectan de la misma manera los cambios en las políticas de salud”, sostiene Gómez.

¿Habrá un cambio de tendencia?

A pesar de este contratiempo, los expertos no creen que se vaya a producir un cambio de tendencia que se prolongue en el tiempo. “Son datos coyunturales que se han dado por varios años de crisis económica y en los que también han podido influir los cambios climáticos -debido al aumento generalizado de las temperaturas-, pero las estimaciones siguen augurando un crecimiento de la esperanza de vida a largo plazo”, sostiene Zúñiga. Al mismo tiempo explica que en otras comunidades con estructuras demográficas similares a la aragonesa, como Castilla y León, Galicia o Extremadura, se sigue produciendo un incremento de la esperanza de vida, por lo que “todo hace pensar que volveremos a ese camino”.

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