La mujer asume el 76% de las jornadas reducidas, aunque la diferencia se reduce

La crisis ha contribuido a que más hombres se sumen a esta modalidad.

Una trabajadora abre una tienda en Zaragoza
Una trabajadora abre una tienda en Zaragoza
GUILLERMO CALAHORRA

La jornada reducida es cosa de mujeres. No es un tópico ni una visión machista del mundo laboral, sino una realidad que confirman los datos del Instituto Aragonés de Estadística: el 76,5% de este tipo de acuerdos laborales en la Comunidad corresponden a trabajadoras.


También es cierto que la diferencia respecto a los hombres se ha reducido desde 2007, año que toma como referencia el IAEST para hacer una comparativa. Entonces, la reducción de jornada masculina apenas alcanzaba suponía el 15,9% de los casos, tasa que en 2014 -último dato disponible- ha crecido hasta el 23,5%.


Más de la mitad de contratos de estas características son consecuencia directa de la precarización del mercado laboral, ya que en el 54,4% de los casos el empleado acude a trabajar menos de ocho horas a pesar de que su deseo es otro bien diferente. La mujer protagoniza cuatro de cada cinco de estos supuestos.


La otra gran diferencia se encuentra al entrar en el terreno de las obligaciones familiares. Sólo un 1,5% del total de reducciones de jornada en Aragón corresponde a hombres que buscan prestar más atención a los hijos o cuidar a los mayores, frente al 18% que atañe a mujeres.


Esa brecha se ha minimizado, aunque las causas se encuentran más en la crisis que en las políticas de igualdad. "Desde luego, tanto la situación económica como la reforma laboral del PP han facilitado que las empresas busquen más reducciones y los trabajadores sean más proclives a aceptarlas", explican fuentes de UGT.


"Por eso ahora hay más hombres bajo esta modalidad, aunque no es por voluntad propia en la mayor parte de las ocasiones, sino por la situación de necesidad a la que se enfrentan. Es eso o nada", añaden desde el sindicato.


Menos facilidades para estudiar


Si bien en los últimos años se ha notado un fuerte crecimiento de los adultos que buscan mejorar su currículum mediante un nuevo título, lo cierto es que el volumen de aragoneses que han trasvasado horas de trabajo hacia sus estudios es la mitad que en 2007. En esta casuística, como en todas, también hay mayoría femenina.


Brecha salarial del 34%


Las mujeres aragonesas cobran un 34% menos que los hombres, según los datos de la Comisión Europea, lo que equivaldría, de acuerdo a este organismo, a trabajar desde el 22 de octubre hasta el 31 de diciembre sin cobrar.


Esto implica que las prestaciones por desempleo también son inferiores, así como las pensiones por jubilación, que estarían un 40% por debajo de las de los hombres.

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