La Caravana Verde se despide en la capital aragonesa hasta el año que viene

La caravana organizada por la Oficina Verde de la Universidad de Zaragoza ha terminado su viaje en su punto de partida: Zaragoza. La mañana del viernes ha transcurrido entre un puesto de información en Plaza de España para todo el que se acercase y charlas informativas en colegios e institutos de la capital aragonesa. Asimismo, la Caravana Verde ha celebrado su acto de clausura en el Paraninfo, punto de encuentro de todos los participantes de polo verde; porque como ellos mismos dicen “el color es el verde, el color de la esperanza”. El día anterior, jueves 1 de octubre, los más de setenta voluntarios, fueron recibidos en el Ayuntamiento por la concejal de Medio Ambiente, Teresa Artigas.

Los voluntarios que han instalado la carpa informativa han mostrado a todo curioso el uso innovador del hidrógeno, el funcionamiento de un horno solar o, simplemente, distintos hábitos ecológicos que se deberían incluir en el día a día. La propuesta parecía gustar a los zaragozanos. Uno de los muchos que se han acercado hasta los distintos ha señalado: “Esta iniciativa es necesaria, sino queremos acabar con el planeta”.

A su vez, otro grupo de caravaneros se ocupaban de concienciar a los más jóvenes a través de charlas informativas en diversos centros educativos; desde Infantil hasta Bachillerato. Los más pequeños han tenido la oportunidad de disfrutar de una de las novedades de esta edición: el cuento de Goti. Esta pequeña gota marina ha servido para relatar a los pequeños de tres años el ciclo del agua. En cambio, a los mayores se les ha hablado de residuos, reciclaje, energías renovables y del ahorro de agua.

A la una y media de la tarde empezaban a llegar los primeros polos verdes al edificio del Paraninfo para asistir al cierre de la caravana que les ha hecho llevar todos sus conocimientos sobre ecología y preservación del medio ambiente a Escucha, Pamplona, Jaca, Utrills, Montalbán, Ainzón, Borja y Magallón. Al frente de la mesa se encontraban José Antonio Beltrán, director general de Universidades del Gobierno de Aragón; Joaquín Royo, Adjunto al Rector para Infraestructuras; Carlos González, director de la Unidad Técnica de Construcciones y Energía de la Universidad de Zaragoza y dos voluntarias. Estas últimas han iniciado el acto, recordando los mejores momentos de la semana que “este grupo de rebeldes” ha estado luchando contra “este mundo de malos humos”.

Después, el director de la Oficina Verde, Carlos González, ha destacado “la labor del alumnado tan participativo en la cuestión medioambiental”. Por otro lado, Beltrán se ha mostrado encantado y ha deseado que esta iniciativa “despierte conciencias de niños, mayores y de algún director general”.

Para acabar, se les han concedido unos diplomas a todos los voluntarios y se les ha llamado a no rendirse, ya que según Joaquín Royo, “esto es una lluvia fina que al final va calando mucho más”. Termina así una frenética semana de actividades en la que se ha buscado, a través de voluntariado que se ha desplazado en autobús por las distintas localidades aragonesas y Pamplona (por ser la Universidad de la capital navarra integrante del campus Iberus) contribuir a hacer un Planeta más sostenible.