Los renglones torcidos del comienzo de curso en Aragón
La negativa de la DGA al Ánfora de Cuarte obliga a recolocar a 165 alumnos a menos de veinte días de empezar las clases. En Fraga, otro centro público ultima sus obras.
El Gobierno de Lambán heredó este proyecto que había rechazado desde el principio y ahora se escuda en informes técnicos para no autorizar su apertura como centro. La decisión complicará aún más la ya saturada zona escolar de Cuarte y se ha convertido en los primeros renglones torcidos con los que comenzará el curso el próximo 10 de septiembre.
El año pasado, el retorno a las aulas fue el más caótico en décadas, ya que cientos de niños de La Almunia de Doña Godina tuvieron que aplazar una semana el comienzo del curso escolar porque las obras no habían concluido y eso afectaba a los 800 alumnos que estudiaban en el Nertóbriga I y II. En esta ocasión, Educación cuenta con que las obras del nuevo colegio de Fraga concluyan el 5 de septiembre. Además, todavía falta por colocar los barracones previstos para algunos colegios, aunque ya se han adjudicado.
El secretario general técnico de Educación, Felipe Faci, confía en que las obras de Fraga lleguen a tiempo, mientras los promotores del Ánfora creen que estos trabajos están mucho más retrasados que los suyos, donde continúan amueblando las instalaciones, que el próximo martes enseñarán a los padres en una jornada de puertas abiertas que han organizado.
"El centro se abrirá sí o sí, aunque tenga que ser con la autorización de un juez. Y será concertado", confía el director del Ánfora, Enrique Bilbao. Mientras, Felipe Faci asegura que el informe de los técnicos señala "casi treinta actuaciones a subsanar". "No se podía desoír el informe de los técnicos", añade, e insiste en el hecho de que este proyecto se hiciera desde el principio "al revés". De hecho, nunca antes se había hecho un concierto provisional antes incluso de que comenzaran las obras del centro. "Si hubieran cumplido, el colegio se habría autorizado y concertado", concluye.
Sin embargo, tanto las partes afectadas (sobre todo, padres y promotora) como el PP insisten en que en la decisión de la no apertura del colegio ha pesado más la presión de los socios de gobierno y recuerdan que en el decálogo firmado entre Podemos y los socialistas para apoyar la investidura de Lambán se incluía la paralización del concertado de Cuarte. Los afectados han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para pedir que se revise la negativa de apertura del Ánfora y ya llevan 875 rúbricas.
El Ampa Foro Romano del colegio homónimo también se plantea si las cuestiones de seguridad por las que no se abrirá el Ánfora serán ahora un problema para su colegio, ya que el centro tendrá casi el doble de alumnos de su capacidad. El pasado curso tuvo 12 barracones y en mayo ya estaba previsto que el próximo septiembre tendría cuatro más. Al final contará al menos con 17 para acoger también a los del Ánfora.
La comisión de garantías se reunió el viernes para decidir el destino de los 165 menores afectados. Desde Educación insisten en que no autorizar el Ánfora supone que, como máximo, 90 de estos irán al Foro Romano y al Cuarte III (que comparten instalaciones). Previsiblemente habrá dos prefabricadas para niños de tres años y se subirá la ratio a 26 en tercero de Infantil y Primaria (cursos en los que ya estaba en 25,4).
Desde la DGA insisten en que se agilizará al máximo el Cuarte III, sacando a licitación el centro por tramitación anticipada y que, mientras, este curso se dotará de recursos complementarios al Foro Romano para evitar problemas. Desde el Ampa que comparte nombre con el colegio advierten de que si, como está previsto, en septiembre de 2016 solo se abre el edificio de Infantil del Cuarte III, "pasarán años hasta que se acabe con los barracones". "Solo si hicieran un centro de Infantil, Primaria y Secundaria, completo y en condiciones, se descongestionaría este. Eso sí sería una solución y no un parche político", añade Marta Boudet, presidenta del Ampa.
