Juan Bosco Molina : "Una parte del premio se la debo a Zaragoza"

-Lo sé. Y yo también estoy muy contento de que mis paisanos se alegren de que me hayan elegido mejor portero de Primera División. Además, querría aprovechar esta oportunidad para agradecerles el cariño que han mostrado siempre hacia mí. Ahora soy portero del Ribera de Navarra, pero tengo muy claro que una parte del premio se lo debo a Zaragoza.

-Recuerdo que hace mucho tiempo, alrededor de 15 años, un día me dijeron Chus San Miguel y Míchel Cantín que había un chaval que iba a marcar una época como portero en Zaragoza. Acertaron...

-El tiempo que pasé con Chus San Miguel y Míchel Cantín no lo olvidaré jamás. Hicieron mucho por mí, me ayudaron muchísimo para que ahora sea quien soy. Yo jugaba en Corazonistas. Me ficharon para el Sala 10. Allí nos juntamos un grupo de chavales que lo ganamos todo en Aragón y en España. Fuimos campeones de España sin perder ni un solo partido.

-Carlos y Galo San Miguel, Antequera, Fran Echevarría... ¡Qué lujo!

-Y Nacho Alfaro, David Gonzalvo, Eduardo Baguer... Chus San Miguel me subió a los juveniles siendo cadete. Siempre apostó por mí. Igual que Míchel Cantín. Han sido muy importantes en mi trayectoria.

-¿Por qué llegaron tan pocos de esos grandes talentos a la élite?

-La verdad es que había jugadores con mucho nivel. Yo tuve suerte y salté al primer equipo. En ese sentido, no puedo quejarme.

-Sin embargo, la sensación fue la de que se valoraban mucho más sus condiciones fuera que en la misma Zaragoza.

-En Zaragoza siempre me sentí querido. Y la prensa también me trató bien.

-Pero el club no hizo todo para que usted se quedara.

-Llegó una oferta muy buena de Santiago y me marché. Reconozco que fue duro. Yo quería quedarme, renovar, jugar en el club de mi ciudad. Solo tenía 19 años. Santiago pagó mi cláusula de rescisión (30.000 euros). Con el paso del tiempo, no me arrepiento. Lo volvería a hacer. En Santiago estuve dos años, con Pulpis y con Venancio. Luego firmé por el Torrejón, con Pepe Carnicer. Acabado el contrato en Torrejón, estuve a punto de regresar a Zaragoza. Pero estaba recién operado y en Zaragoza pensaron que no era apto para jugar...

-No me lo puedo creer... ¡El portero no apto es ahora el mejor portero de España!

-Pasé después dos temporadas muy duras en Cartagena, con impagos y problemas de todo tipo con Luis Fonseca. Hace ahora cuatro años fiché por el Ribera de Navarra de Tudela. Allí estoy sensacional.

-¡Es que lo están haciendo sensacional!

-El año ha sido muy bueno. La gente está entusiasmada en Tudela. En el ‘play off’ por el título le forzamos el tercer partido al Barça. Con 3-2 en el marcador pasaron cosas muy raras. Pienso que fuimos mejores que ellos. Probablemente, todo esto haya influido para mi nominación. Pato (el entrenador) siempre apostó por mí. Hemos jugado francamente bien al fútbol sala.

-La nominación como mejor portero añade su nombre al Olimpo de guardametas históricos del fútbol sala español: Jesús, Luis Amado... y Molina.

-No me gusta compararme con nadie. Estoy satisfecho de la temporada. Que mi nombre aparezca ahora junto a los de José Ruiz (mejor cierre), Ricardinho (mejor ala y mejor jugador), Cardinal (mejor pivote) o Emilio Biendía (jugador revelación) representa un orgullo enorme.

-¿Volverá algún día para defender el portal del D-Link?

-En Zaragoza residen mis padres, Enrique y María José, que son muy importantes para mí. Ya hace mucho tiempo que me fui de casa. En Tudela estoy cerca, pero todavía podría estar más cerca. Zaragoza es mi ciudad y eso no lo olvido. Y al D-Link siempre le ha deseado y le deseo lo mejor.