Las protestas sindicales ya apuntan hacia la mejora de salarios en Aragón

El número de huelgas se mantuvo casi invariable mientras que se redujo el número de participantes.

Protesta policial ante las puertas del ayuntamiento de Zaragoza
Protesta policial ante las puertas del ayuntamiento de Zaragoza
J.M. Marco

Las movilizaciones laborales se mantuvieron en Aragón. Un dato que contrasta bastante con las cifras facilitadas por el Ministerio de Empleo en el ámbito nacional, donde se aprecian grandes descensos. Por el contrario, en la comunidad aragonesa se contabilizaron un total de 54 huelgas en 2013, un año después esta cifra se reducía hasta las 52.


Los verdaderos cambios se han producido en el número de participantes y en las jornadas que han durado las reivindicaciones. En 2014, un total de 7.363 personas se unieron a las movilizaciones laborales, lo que supone una diferencia de más del 55% en comparación con un año atrás. Algo similar a lo que ocurre si se comprueban las jornadas laborales inactivas. En este caso, el descenso es mucho mayor y casi roza el 74%, llegando a 12.090 días de parón, mientras que un año antes se habían producido más de 46.000.


“Todo esto se debe a un cambio de modelo”, asegura José de las Moreras, secretario de política industrial y salud laboral de UGT Aragón. Según señala, los movimientos laborales continúan defendiendo los derechos de los trabajadores, pero desde diferente posición. “Antes lo que se intentaba era luchar para que no hubiera despidos o EREs, mientra que ahora, con la ligera mejora económica, se solicitan subidas salariales”, recalca Manuel Pina, secretario de acción sindical de CC. OO. Aragón.


De este modo, la manera de enfrentarse a los empresarios ha tenido que transformarse. “Para que los trabajadores sufran menos, pero se siga afectando a la producción, lo que se hace es ir a la huelga por turnos en vez de las jornadas completas que se llevaban a cabo anteriormente”, señala de las Moreras. Así, los empleados solo pierden una parte de su poder adquisitivo. Prueba de ello, es que según los datos que manejan en UGT, durante este año han aumentado el número de días que han durado las reivindicaciones, pasando de 490 en 2013 a 692 un año después.


Al mismo tiempo también ha afectado el hecho de que las empresas que han ido a huelga a lo largo de 2014, “eran sociedades pequeñas que se movilizaban principalmente por el descuelgue de los convenios colectivos”, sostiene Pina. Si se observa la hemeroteca, se pueden recordar grandes movilizaciones en AUZSA o la limpieza del Hospital Miguel Servet a lo largo de 2013. “Por el contrario, en 2014 no hubo grandes movimientos, pero sí que resultaron afectadas muchas empresas”, puntualiza.

Objetivo 2015: incremento salarial

Después de varios años soportando ajustes y descuelgues de convenios colectivos, los sindicatos consideran que “ha llegado el momento de empezar a recuperar una parte de las rentas que se han perdido”. “Durante la crisis se han congelado los sueldos y, aunque estos últimos meses se ha reducido la inflación, todavía existe una gran diferencia entre el poder adquisitivo de hace diez años y el actual”, señala de las Morenas.


En estos momentos, se está negociando el Acuerdo de Negociación Colectiva, que se debería haber aprobado en diciembre de 2014. “El futuro de estas reivindicaciones depende de si se llega a un acuerdo o no”, explica Pina.


Uno de los principales puntos de conflicto, pero que cada vez parece más cerca de solucionarse, es la subida salarias. Los empresarios abogaban por un crecimiento del 0,6%, mientras que los sindicatos exigían un 1,5%. “Parece que al final se podrá llegar a un acuerdo con el 1%”, sostiene. De ser así, la mayoría de los convenios se aplicarían sin problemas y no habría casi huelgas, de lo contrario, “el movimiento laboral ascendería ante la falta de un referente”.


Para ambos colectivos, este es el momento adecuado. “Ahora es cuando hay que subir los sueldos para que la gente pueda comenzar a gastar y de este modo se reactive la economía”, subraya de las Moreras.