Las clases particulares mueven casi un millón y medio de euros mensuales en dinero negro

Dos terceras partes proceden de clases de idiomas. Las academias denuncian la práctica ante Hacienda.

Competencia desleal, instrusismo y evasión de impuestos. Las academias privadas zaragozanas acusan de estas tres prácticas a quienes imparten clases particulares a domicilio o convierten su propia casa en un improvisado centro de estudios. El asunto, desde un punto de vista económico, no es baladí. Según un estudio elaborado por la Universidad de Zaragoza -por encargo de la asociación CECAP, que agrupa a más de la mitad de las academias de estudios no reglados de la Comunidad- las clases particulares mueven 1.400.000 euros mensuales en Aragón.


Unos 15.000 estudiantes acuden cada mes a este tipo de clases, cuyo precio varía en función del nivel de estudios. Los repasos para alumnos de Primaria tienen un coste de unos 8 euros por hora, mientras que una clase para un alumno universitario puede suponer un desembolso de hasta 15 euros. El convenio que regula la profesión de los profesores de academia determina un mínimo de 11 euros la hora.


La mayor parte del capital no declarado procede de las clases de idiomas, principalmente de inglés, pero también de otros como francés, alemán, ruso o chino, cuyo conocimiento es cada vez más demandado en determinados sectores profesionales. El informe estima que los idiomas mueven alrededor de 12 millones sin declarar cada año.


Desde CECAP se realizan cada curso -especialmente en septiembre y mayo- batidas por los tablones de la facultad, en publicaciones gratuitas y en diferentes espacios públicos para localizar anuncios de posibles casos de evasión de impuestos. Las estimaciones de la agrupación de academias es de un anuncio legal por cada cuatro publicados.


"Cuando encontramos algún anuncio que puede incurrir en un caso de competencia desleal en el que no se paga a Hacienda se lo notificamos tanto al Ayuntamiento, para que proceda a retirarlo, como al servicio de inspección para que tome las medidas oportundas", explica Felicidad Segura, vicepresidenta de CECAP y responsable del área de intrusismo.


"El Ayuntamiento suele enviar a algún técnico para que compruebe la legalidad del anuncio, y Hacienda, cuando ve que se pueden estar evadiendo impuestos, envía una notificación para que se regularice la situación", apunta Segura, quien cree que debería ser la dirección de Consumo de la DGA la que debería abordar este problema. "No tienen suficientes inspectores y no llegan a todo", matiza.


Internet, lleno de 'profes'


Internet es también un espacio propicio para ofrecerse como profesor. Basta una rápida búsqueda para darse de bruces con cientos de anuncios de maestros particulares, cuyas tarifas y servicios son de lo más variado -hay quienes ofrecen la posibilidad de dar la clase a través de Skype-.


"Esto es un peligro -concluye Felicidad Segura-, porque un profesor que no esté lo suficientemente cualificado puede ser muy nocivo para el alumno, especialmente si se trata de un niño".