Derrota del CAI ante el Río Duero

El equipo turolense exhibe su potencial en el primer set, pero los celestes logran remontar el duelo y deleitan a su afición.

Ruiz Garrido ejecuta un bloqueo en el partido de ayer
Derrota del CAI ante el Río Duero
J. Tejedor

La eterna historia del deporte soriano, la pelea de David contra Goliat, volvió a ofrecer otro capítulo épico a los aficionados, el de la victoria del Río Duero San José ante el campeón de Copa, el CAI Voleibol Teruel. Dadas las similitudes entre ambas poblaciones, la comparación económica entre ambos clubes resulta desproporcionada, pero al menos por una vez, el club pobre superó al poderoso rival. Todo esto en un encuentro emocionante, con remontada de por medio que acabó con la afición soriana puesta en pie.


Nadie habría apostado por los sorianos en el primer parcial. Teruel llegaba perfectamente rodado y ganador tras levantar el título copero en Los Planos el pasado fin de semana. Así, la exhibición de juego de los naranjas fue abrumadora, con un resolutivo Barcala, un inspirado Viciana y sobre todo un Galic que parecía rematar desde el cielo golpeando una y otra vez el parquet de Los Pajaritos. Después llegó la fase de bloqueo. Por entonces el set ya estaba adjudicado (9-17). Fran Ruiz, desacertado en una exagerada celebración ante su expúblico, metió a la grada en el encuentro. Por su parte, Carreño no guardaba nada y movía el banquillo peleando por no dar vida a los celestes. Y así fue (14-25).


Por si fuera poco, el líbero soriano Álvaro Hernández tenía que ser suplido por Bouza por un golpe en el ojo que le impedía ver. Flores reaccionó desplazando a Salvador a la recepción, a Ariel al opuesto y poniendo en cancha al joven central soriano Dani Sanz. Todo ello condimentado con el cambio de dirección del juego, ejercido ahora por el propio Flores. Y resultó, pues aunque Teruel mandaba en el marcador, por primera vez había cuerpo a cuerpo.


Aunque los aragoneses se ponían a tiro, parecían inalcanzables, y hasta el punto 16 no llegaron las tablas. Sorprendentemente, Teruel no supo responder y Soria se metió en el combate.


El tercer set tendría menos historia, Ariel Gil tiró del Río Duero y Teruel se convirtió en un equipo incapaz de dar respuesta. El marcador hacía frotarse a más de uno los ojos (25-17) .


En el siguiente parcial Teruel salvó un punto. Carreño eligió al venezolano Chourio para resolver el lío y cumplió su labor. Además llegaron los problemas en la recepción celeste, aunque se maquilló el tanteo (21-25).


En el quinto set los dos equipos estuvieron muy enchufados, pero Soria jugó mejor sus cartas. Salvador era un martillo y Flores encontraba a Ariel cuando el equipo más lo necesitaba (15-13).