Sin frío no habría fruta

Almendros, melocotoneros o cerezos necesitan bajas temperaturas para florecer.

Los frutales que crecen en Aragón son de zona templada: descansan en invierno y despiertan en primavera. "Pero para poder florecer y dar después fruta necesitan pasar por un periodo de frío. Si llevásemos uno de nuestros cerezos a Ecuador, por ejemplo, y no pasara un invierno, no florecería ni daría cerezas", destaca Javier Rodrigo, investigador y jefe de la Unidad de Hortofruticultura del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). "Esto se sabe desde hace dos siglos, pero la razón por la que ocurre aún se desconoce. En el caso del almendro, esas necesidades de frío se cubren enseguida, y por eso es de los primeros que florece. Los cerezos necesitan más días de frío, por eso se cubren de flores mucho más tarde". Es difícil de cuantificar, pero se intuye que el almendro necesita 200 horas de temperatura por debajo de 7 grados; el cerezo, por su parte, precisa 1.000 horas. El melocotonero está entre medio. "Si no las tienen, florecerán tarde y mal, no fructificará o tirarán la fruta pronto".