Póquer de copas para el CAI

Los turolenses derrotan con claridad a su eterno rival, el Unicaja Almería, en un pabellón de Los Planos abarrotado.

La plantilla y el cuadro técnico del CAITeruel celebran la conquista de la cuarta Copa del Rey para el club turolense bajo una lluvia de confeti en el pabellón Los Planos
Póquer de copas para el CAI
Jorge Escudero

El CAI Teruel sumó ayer su cuarta Copa del Rey de la forma más apoteósica posible: en su pabellón de Los Planos, arropado por una entusiasta afición que abarrotaba las gradas y frente a su eterno rival, el Unicaja Almería, que, al igual que ocurriera en la Supercopa, cedió en un partido decisivo. El encuentro se resolvió por un contundente 3-0, un resultado que no refleja la igualdad de algunos momentos del encuentro, sobre todo en el último parcial, que se cerró por un apretado 27-25.


En el primer asalto de la final de la XL Copa del Rey, el CAI Teruel arrancó decidido a sentenciar mientras que el Unicaja, que partía con la etiqueta de vigente campeón al haberse impuesto en la edición de 2014, apenas opuso resistencia. El marcador 25-20, aunque amplio a favor de los locales, no mostró la superioridad manifestada sobre la pista. En los compases finales, los turolenses levantaron el pie del acelerador y permitieron que los andaluces se acercaran, aunque sin poner en peligro la victoria.


El segundo set fue decisivo para la evolución del encuentro. El Unicaja aprendió la lección y apretó los dientes hasta sacar una ventaja de cuatro puntos en los primeros momentos del set cuando el marcador registraba un 2-6. Pero el CAI no se descompuso sino que sacó a relucir sus mejores armas y evitó que los rivales se despegaran hasta que, pasado el ecuador del set, le dieron la vuelta a marcador y se pusieran por delante hasta sentenciar por idéntico tanteo que en el primer asalto, 25-20. La moral almeriense quedó seriamente tocada cuando los turolenses demostraron capacidad de sufrimiento y fe en la victoria.


El tercer set fue el más igualado pero los locales exhibieron todo su potencial para ir siempre por delante. El bloqueo naranja fue un muro impenetrable para el Unicaja y los hombres claves del CAI no fallaron en los momentos decisivos hasta el 27-25 que sentenció la final.


Por el lado turolense destacaron un Fran Ruiz brillante durante todo el partido, la aportación anotadora y bloqueadora de Barcala, la eficacia y sobriedad de Myschuk, el oficio de Galjic y la dirección de Viciana, que fue elegido MVP del torneo. Zass fue el más destacado de los almerienses con sus 17 tantos, que le convirtieron en el máximo anotador del choque.


El entrenador caísta, Carlos Carreño, advirtió de que el inapelable 3-0 "no refleja la dificultad del partido". Carreño señaló que el Unicaja "luchó hasta el final" y demostró por qué es el único equipo que tutea al CAI Teruel. A su juicio, el conjunto almeriense fue "un grandísimo rival", pero los turolenses demostraron que creen en sí mismos y supieron mantener el tipo en el decisivo segundo set, cuando la Copa se les puso cuesta arriba y el Unicaja les endosó cuatro tantos de ventaja. "Creyendo en nuestras propias fuerzas podemos conseguir cualquier meta", sentenció.


El compungido entrenador almeriense, Piero Molducci, reconoció la superioridad del CAI Teruel sobre la cancha, frente a un bisoño Unicaja. Molducci, que ha visto como su equipo perdía los dos partidos más decisivos de la temporada frente a los turolenses –la Supercopa y la final de la Copa–, reconoció que en los momentos clave a sus jugadores "siempre les falta un poco para ganar" frente a un CAI "fuerte" en todas las facetas del juego.


El capitán del CAI, Víctor Viciana, coincidió con Carlos Carreño en que el empuje de la entusiasta afición naranja, "la mejor de España", fue decisivo para inclinar el choque del lado turolense. El propio Viciana fue el encargado de recibir de manos del alcalde de Teruel, Manuel Blasco, y del presidente de la Real Federación Española de Voleibol, Agustín Martín, la cuarta Copa del Rey que entra en las vitrinas del CAI.