La isla de Robinson
Jason Robinson volverá mañana a la ciudad que significó un punto de inflexión en su carrera, San Sebastián.
?Robinson Crusoe es la novela de aventuras por antonomasia. Otro día hablaremos de esta consideración, de si se trata de una novela de aventuras o de un tratado de economía. Pero eso será otro día. A la obra se le conoce simplemente por el nombre del protagonista, probablemente porque el título original es más largo que un día sin pan: La vida e increíbles aventuras de Robinson Crusoe, de York, marinero, quien vivió 28 años completamente solo en una isla deshabitada en las costas de América, cerca de la desembocadura del gran río Orinoco; habiendo sido arrastrado a la orilla tras un naufragio, en el cual todos los hombres murieron menos él. Con una explicación de cómo al final fue insólitamente liberado por piratas. Escrito por él mismo. En serio, el título original redactado por Defoe era así de largo. Abreviendo, que es gerundio y mucho más cortito: el Robinson de toda la vida.
En Zaragoza hay otro Robinson. Se llama Jason, que es mucho más simple que el nombre de la novela de Defoe. Pero también se le conoce por Robinson. Juega muy bien al baloncesto Robinson. Jugador de conceptos claros, limpios: botar, pasar y tirar más que correctamente. Sin embargo, pese a las bondades que reúne, hubo un tiempo en que Jason Robinson pensó en la retirada. El muchacho había dado un par de vueltas al mundo: tras seis temporadas entre Portugal y Corea, vino a Huesca, pasó por Gandía y Melilla, hasta que el Valladolid le dio la oportunidad de jugar en la ACB. Viajó después a Argentina, hasta que regresó a España vía Valencia. Jugó de vicio en Valencia, salvo el día en que Abós tejió una zona que Perasovic todavía no ha descifrado y llevó al CAI a las semifinales de la ACB. ¡Qué gran día en Valencia! ¡Y qué gran noche en Valencia nos regaló Pepelu! Después de perder la eliminatoria de acceso a la semifinales de la Liga ACB, Robinson pensó en el adiós. Pero no. Tras el mal trago que le hizo pasar el CAI Zaragoza, se tomó una prórroga en la que confirmó las excelencias que aglutina.
Él, Jason Robinson, lo tiene clarísimo: "Es un partido importantísimo para nosotros. Como si se tratase de uno de play off. Si ganamos, iremos a la Copa del Rey. Si no, nos llevaremos una decepción grande. Pero vamos con toda la intención de llevarnos el partido y hacerlo bien". Mañana puede ser el gran día de Robinson.