Los t rabajadores sociales exigen más plantilla ante la presión asistencia

El concejal de Acción Social admite que necesitaría más personal y defiende los cambios organizativos en el área.

Los trabajadores sociales se concentraron ayer en las puertas del Ayuntamiento de Zaragoza para exigir más personal ante el incremento de la presión asistencial de los últimos años y una mejora en la organización del área, que está causando un gran malestar interno. Frente a las críticas, el concejal de Acción Social, Roberto Fernández, asumió que precisa de más personal, pero defendió los últimos cambios organizativos, que han supuesto el relevo de los mandos intermedios para reforzar las direcciones de los centros.


Convocados por los cinco sindicatos (CC. OO., UGT, CGT, CSIF y OSTA), unos 70 trabajadores protestaron mientras se celebraba la comisión de Economía y Hacienda. Luis López, del comité de empresa, explicó que "desde el inicio de la crisis se ha producido un crecimiento de la demanda que no se ha traducido en un aumento del personal". A su juicio, "al ciudadano se le está atendiendo peor". Opinó que el problema no se soluciona solo aumentando las partidas para ayudas de urgencia, sino mejorando la organización e incrementando el personal.


López rechazó la última relación de puestos de trabajo (RPT), que suprime cargos intermedios y refuerza las direcciones de los centros. Consideró que el sistema genera "desorganización" y criticó la falta de participación de los sindicatos. También expresó su temor al impacto futuro de la reforma local. "Se crea un nuevo estaf directivo con nombres y apellidos y un coste mayor", criticó.


El concejal de Acción Social, Roberto Fernández, admitió los problemas de personal de su área y aseguró que cubriendo vacantes y con nuevas contrataciones deberían incorporarse 60 personas, de las que 15 serían trabajadores sociales. Eso sí, aclaró que la responsabilidad de esta ampliación del personal no depende de su área. Avisó que, de acuerdo con CHA, IU y los sindicatos, se están adoptando medidas para "mejora el clima laboral", posibilitando una mayor flexibilidad y días en los que los trabajadores se podrían tomar "un respiro" de la "presión cotidiana" sin disminuir la calidad del servicio.


Eso sí, Fernández defendió los cambios organizativos, que han supuesto que cuatro jefas de unidad pasen a una oficina de planificación. Este cambio supuso, por ejemplo, que la jefa de servicio tuviera que firmar 1.500 solicitudes de ayudas de urgencia que se habían quedado pendientes, ante la negativa de sus subalternas a hacerlo, explicó Fernández en la comisión. A su juicio, la nueva organización mejorará la coordinación del servicio.