La Sotonera dejará de suministrar agua a más de 40 municipios

A partir de la próxima semana se abastecerán de los embalses del río Cinca, en lugar del Gállego.

El canal de los Monegros entre Almudévar y el embalse de la Sotonera
La Sotonera dejará de suministrar agua a más de 40 municipios
Javier Blasco

El embalse de La Sotonera se cerrará para el abastecimiento urbano a causa de los problemas de contaminación del río Gállego. De forma temporal dejará de suministrar agua de boca a más de 40 municipios de las provincias de Huesca y Zaragoza, principalmente de la zona de Monegros, que a partir de ahora la recibirán desde los embalses del río Cinca (El Grado y Mediano) gracias a una maniobra hidráulica. 


La decisión la ha tomado la Confederación Hidrográfica del Ebro, después de que la planteara Riegos del Alto Aragón, que gestiona el abastecimiento de 114 núcleos de población con 66.000 habitantes, desde los ríos Gállego y Cinca, y también la pidieran los alcaldes. Para hoy está convocada una asamblea extraordinaria de esa comunidad general de regantes para analizar cómo les afecta la contaminación.


El cambio de suministro es posible por la interconexión de las dos cuencas en el llamado Abrazo de Tardienta, y se hará gracias a una maniobra hidráulica de retorno, sin necesidad de realizar obras. El agua se llevará desde el embalse El Grado, por el canal del Cinca, hasta los canales de Monegros, el Flumen y Sástago y la acequia de la Violada. Estos transportan actualmente el agua de La Sotonera, alimentando a su paso los abastecimientos urbanos de numerosas localidades del sur de la provincia de Huesca (además de polígonos industriales y granjas), como Almudévar, Gurrea de Gállego, Grañén, Sariñena o Peñalba. También de la provincia de Zaragoza, entre ellas San Mateo, Zuera, Bujaraloz o casi todas las de la Ribera Baja del Ebro, como Gelsa, Pina o Nuez. 


Solo dos pueblos, Alcalá de Gurrea y Lupiñén, la toman directamente de La Sotonera. En el primer caso, será necesaria «una pequeña conexión» y en el segundo, se podrán llevar caudales del Cinca con otra maniobra hidráulica, según explicó la Confederación, insistiendo en que no será preciso gastar dinero en obras. Hasta marzo

La medida se aplicará a partir de la próxima semana y durará al menos hasta el inicio de la próxima campaña de riegos, en marzo de 2015. Todos los municipios abastecidos por Riegos del Alto Aragón están obligados a tener balsas con capacidad para 28 días. La última toma la hicieron al finalizar la campaña, el 12 de octubre, y cuando vuelvan a llenarlas, a partir del 8 y 9 de noviembre, lo harán desde el Cinca. 


La aparición de lindano en el embalse del Gállego, aunque en niveles reducidos, ha aconsejado dejar de utilizarlo como fuente de suministro. Los últimos análisis en La Sotonera arrojaron 0,13 microgramos por litro (el máximo para agua de boca es 0,10), ligeramente superior a los 0,09 de las primeras muestras. No obstante, fuentes de la CHE aclararon que están tomadas en el embalse, no en los abastecimientos, que corren a cargo de Salud Pública. El aumento, añadieron, se explica porque se ha reducido el volumen de agua a causa de los desembalses realizados para la limpieza del río. Ayer, estaba solo al 32% de su capacidad (189 hectómetros cúbicos), muy por debajo de la media en esta época del año.


La Confederación reconoce que la decisión está condicionada en primer lugar por la calidad del agua, pero también ha pesado el bajo volumen del embalse. Se quiere mantener la poca agua que queda, aunque el abastecimiento represente una mínima parte del consumo. Además viene avalada por los regantes y los propios alcaldes afectados.«No vamos a correr riesgos»

«Si podemos suministrar agua del Cinca hasta marzo, para qué vamos a arriesgarnos con la del Gállego», declaró ayer César Trillo, presidente de Riegos del Alto Aragón. «Podemos dar agua a todos los pueblos desde el canal del Cinca, la que entre en los depósitos sabemos que será agua sin lindano, y hay que evitar sorpresas». Él mismo hizo la propuesta en la última junta de explotación. «Es una decisión conjunta con la CHE», aseguró. 

Trillo ha convocado para hoy una asamblea extraordinaria en la que explicará a los representantes de las más de 50 comunidades de base las afecciones de la contaminación del río. «Si las lluvias vuelven a provocar arrastres de lindano desde Bailín, tendremos un problema serio», dijo pensando en la campaña de 2015 y en el mensaje que transmitirá hoy a los regantes para que puedan planificar sus cultivos de invierno. Lo que sí tiene claro es que «no meteremos agua para llenar La Sotonera si no es potable, porque la mayoría de nuestros cultivos son para alimentación humana y no vamos a correr riesgos».