Pharmakon: compra barato, vende caro

Guardia Civil y Policía investigan si los farmacéuticos lograban comisiones bajo mano y un lucro 
económico sacando del circuito legal las medicinas de venta con receta para que otros los exportaran a Europa a un precio mucho más caro

Comprar barato y vender caro ha sido siempre un negocio redondo. Y esta parece ser una de las claves de la supuesta trama de medicamentos que lleva meses golpeando a toda España y que, en las últimas semanas, ha originado una oleada de detenciones y cierres de farmacias en Aragón, donde la Guardia Civil investiga a 15 boticas y ha imputado a 21 personas en la Operación Pharmakon. El Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel mantiene las diligencias bajo secreto, y no ha trascendido si habrá nuevos cierres y detenciones, pero todo parece apuntar a que lo que se investiga en casi todos los casos es si, presuntamente, un puñado de boticarios ("la excepción", como el Colegio de Farmacéuticos de Aragón insiste una y otra vez) sacaban los medicamentos del circuito legal para que estos terminaran vendiéndose en el extranjero a un precio mucho más caro que aquí. 


Para entender qué rentabilidad puede existir en esto hay que saber que la comercialización de fármacos en el marco de la Unión Europea lleva años protagonizando un tenso tira y afloja entre los laboratorios europeos y los almacenes y suministradores españoles. La venta y exportación de medicinas es legal y habitual en Europa, pero solo pueden hacerla los laboratorios y los almacenes autorizados. Las farmacias lo tienen prohibido por ley desde agosto de 2011, y se considera una falta grave: no pueden vender ni a otra botica ni a un almacén, solo al consumidor final. 


Sin embargo, en la UE no hay precios unificados, y el mismo fármaco que cuesta 200 euros en Noruega o Reino Unido (este es un ejemplo meramente representativo), puede adquirirse en España por 60, algo en lo que tiene mucho que ver, según expertos del sector, en que la Sanidad en nuestro país está financiada por el sistema público. En cualquier caso, esto ha llevado a que los laboratorios que los fabrican a blindarse para no perder dinero. Y no solo eso: España sufre a día de hoy el desabastecimiento de 177 medicamentos y una de las causas es, precisamente, que los fabricantes no ven en nuestro país un mercado atractivo.


El secretario técnico del Colegio de Farmacéuticos de Aragón, Ángel Giner, explica que, para blindarse, los laboratorios que fabrican las medicinas empezaron a aplicar con los almacenes y las distribuidoras españolas una norma, al principio no escrita, que luego adquirió carta de naturaleza. Los laboratorios les obligaban a firmar un acuerdo de doble precio: si compraban el fármaco en el mercado nacional, lo harían al precio español. Pero si el destino era el mercado internacional, debían hacerlo al precio europeo. Así se garantizaban que no hacían negocio a su costa. El sistema se reguló legalmente y hay recargos y sanciones para el que lo intenta burlar. 


Sin embargo, imaginen que una empresa declarada como almacén mayorista, que tiene una nave industrial en algún polígono, consigue que algunas farmacias españolas les vendan fraudulentamente ‘packs’ de estos medicamentos a precio español. Contactan con varias y logran un buen número de lotes que, a su vez, venden a otro intermediario, por ejemplo, en Alemania. Y se sacan el beneficio correspondiente, dentro de una trama en la que, supuestamente, irían a pachas con los boticarios (en otras investigaciones nacionales estos recibían un 10% de comisión).


El pasado martes, la Audiencia de Teruel liberó al presunto cerebro de la trama de los medicamentos. Se trata de un comercial de la mayorista farmacéutica Alliance Healthcare que, supuestamente, presionaba a las farmacias para conseguir el producto y revenderlo después.Sospechas en el sector

De nuevo, al desconocerse toda la información que maneja el juez por estar secreta, no se puede saber cuál es el caso concreto en Aragón, ni el volumen del fraude o de medicinas sacadas del sistema. El secretario técnico del Colegio de Farmacéuticos de Aragón, Ángel Giner, sí que recuerda que la institución investigó en los últimos meses las llamadas de colegiados que advertían de que, de vez en cuando, aparecían algunas personas que querían comprar pequeños lotes de un mismo medicamento (entre 3 y 10 unidades) sin receta. "Se negaron, pero les pareció sospechoso y nos avisaron", insiste. 


En otras comunidades, los medicamentos destinados al fraude se ‘disfrazaban’ como productos de parafarmacia, con lo que los boticarios ingresaban más al pedir la devolución del IVA (que es del 10% en estos productos, frente al 4% de los medicamentos).


En muchos casos, se eligen medicamentos caros y difícilmente sustituíbles. Por ejemplo, en Valencia, el fármaco que vendieron algunas boticas ilegalmente fue una ciclosporina, comercializada por Novartis como Sandimmun. Este fármaco es un inmunosupresor para pacientes trasplantados y en su presentación de 100 miligramos cuesta 87 euros en España.


En Aragón hay unas 730 farmacias (502 solo en Zaragoza) y desde el Colegio Oficial insisten en calificar estas malas prácticas de "anecdóticas" y defender el buen hacer de los profesionales. La institución se ha personado como acusación popular y se ha acordado incoar diligencias previas internas para depurar las responsabilidades deontológicas que pudieran derivarse del proceso judicial.