El efecto frontera se diluye al estar la gasolina casi igual de cara que en Francia

Las estaciones de la la zona pierden hasta un 70%de clientes al equipararse el precio.
La subida de impuestos también reduce la diferencia de tarifas del tabaco y el alcohol

La gasolinera de Canfranc cerró la semana pasada por la pérdida de clientes franceses.
El efecto frontera se diluye al estar la gasolina casi igual de cara que en Francia
Laura Zamboraín

En los municipios más cercanos a Francia es frecuente ver a ciudadanos galos saliendo de estancos con varios cartones de tabaco o repostando en España en vez de en su país. Lleva pasando décadas y es lo que se denomina efecto frontera: que los franceses aprovechen sus vacaciones o crucen de propio a España para comprar productos que en su país son bastante más caros (sobre todo, gasolina, tabaco y alcohol). Sin embargo, desde hace dos años y especialmente en los últimos meses, este efecto frontera se está diluyendo a marchas forzadas, con la consiguiente preocupación de los empresarios de la zona. Y la razón no es otra que las tarifas: las subidas de impuestos que ha sufrido España han reducido la diferencia de precio entre los productos aragoneses y franceses, por lo que a los galos ya no les sale tan rentable venir a comprar aquí y, de hecho, están dejando de hacerlo.


El mejor ejemplo es la gasolina, cuyas ventas están bajando con fuerza porque la ventaja de precio se ha achicado tanto que incluso el diésel está más barato ahora en algunas estaciones de servicio francesas. Luis Terrén, alcalde de Villanúa y dueño de la gasolinera de esta localidad, pone como ejemplo que él tenía el gasóleo este viernes a 1,29 euros por litro, cuando en los supermercados franceses se estaba suministrando a 1,27. "Es verdad que en las estaciones tradicionales de Francia, el diésel sigue más caro. Pero los franceses acuden mucho más a repostar a los supermercados con gasolineras ‘low cost’ que los españoles", explica. Y recuerda que antes el carburante era 20 céntimos más barato en España.


Sin embargo, la gasolina 95 sigue unos seis céntimos más asequible que en el país vecino. Pero la diferencia tampoco es tan atractiva ni rentable. "Muchos llenaban el depósito antes de cruzar la frontera y ahora pasan de largo. O echan solo 20 euros para llegar hasta su casa", explica Terrén. En su caso, señala que vende un 50%menos que hace dos años."Esto se va al garete"

No obstante, algunos gasolineros de otras comarcas están sufriendo unas pérdidas más altas. Por ejemplo, fuentes de las estaciones de servicio del Sobrarbe hablan de una caída de ventas del 70% en los dos últimos ejercicios. Y explican que, si antes casi el 80% de sus clientes eran galos, ahora no llegarán ni al 20%. "Francia también está muy tocada por la crisis –continúan las mismas fuentes–. Además, en sus pueblos del sur cada vez vive menos gente y está muy envejecida. Hay bares en la zona que incluso han decidido cerrar hasta que llegue el invierno porque aquí no para nadie. Esto parece que se va al garete".


Tal es la situación que incluso los empresarios que gestionaban la gasolinera de Canfranc han decidido dejar el negocio –está cerrado desde el inicio de este mes–, aunque, según señala el alcalde de la localidad, Fernando Sánchez, parece que en breve se hará cargo de ella otra empresa. 


El presidente de la asociación de las estaciones de servicio aragonesas, Zoilo Ríos, añade que la reducción del efecto frontera también se está notando en otros puntos de España, como por ejemplo en Irún. Y explica que la equiparación de precios se debe a la subida general de impuestos que ha habido en España y, por otro lado, a las medidas que ha aplicado el Gobierno de Hollande para reducir el precio del carburante galo.

Hay que recordar que, durante la crisis, el Gobierno central ha elevado el IVA general en dos ocasiones, desde el 16% hasta el 21%, dejándolo sensiblemente más caro que el francés, que está en el 19,5%. Además, el proyecto con el que trabaja Europa es que, a medio plazo, desaparezcan estos efectos frontera entre Estados miembros. Y de ahí que estos empresarios aragoneses se muestren preocupados no solo porque lo que está ocurriendo ahora, sino especialmente por el futuro. "El Estado está subiendo los impuestos para recaudar más, pero está consiguiendo lo contrario porque las ventas están cayendo", señalan desde la gasolinera de Formigal, que está vendiendo entre un 30% y un 40% menos.Solo cuatro cartones de tabaco

Y si ya la equiparación de precios del carburante no invita a los franceses a cruzar la frontera, la diferencia que había con los otros dos productos estrella (el alcohol y el tabaco) cada vez les hace menos rentable venir a Aragón, ya que las ventajas, sin haber desaparecido por completo como ocurre con el diésel, también se han achicado. Desde el supermercado Alto Aragón de Canfranc, el gerente, Alfonso Cavero, explica que comprar una botella de Ricard solo es cuatro euros más barato que en Francia, cuando antes era 10 euros más asequible. "Nosotros podemos estar hablando de un 10% menos de clientes franceses", señala al tiempo que explica que esta pérdida de competitividad no solo se debe al IVA, sino a que también ha aumentado durante estos años el impuesto sobre el alcohol para reducir el déficit.


El tabaco también sigue siendo más barato en España, pero según explican desde el estanco de Villanúa, la ventaja competitiva se ha reducido mucho últimamente. "Aquí suben los precios dos veces al año y en Francia solo una", explican desde este negocio, donde venden un 35% menos de cigarrillos que hace dos años. De hecho, esto les ha obligado a reducir la plantilla a la mitad. Además, apuntan que, desde este septiembre, solo les dejan vender a sus clientes franceses un máximo de cuatro cartones, cuando antes el límite estaba en diez.