Xavier de Pedro: "En la crisis del lindano ha fracasado la coordinación de las administraciones públicas"

El presidente de la confederación hidrográfica del ebro defiende la labor del organismo de cuenca frente a las acusaciones de la DGA y asegura que algo falló en el traslado de vertidos de Bailín

Xavier de Pedro
Xavier de Pedro: "En la crisis del lindano ha fracasado la coordinación de las administraciones públicas"
Oliver Duch

¿Cuándo supo la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que los niveles de lindano en el río Gallego estaban por encima del límite permitido?

En torno al 18 o el 19 de septiembre. Coincidiendo con la alerta de Salud Pública que obligó a cortar el agua en los primeros municipios, obtenemos los primeros resultados de nuestros análisis. Es cuando conocemos por primera vez que existen unos niveles de lindano en el río que no cumplen los parámetros para el agua de boca ni la normativa de calidad de aguas, que aún es más exigente.


¿Y por qué tardaron tanto en conocerse los resultados de los análisis?

El director de Salud Pública me llama a final de julio y me pregunta que si nuestro laboratorio puede hacer una serie de análisis porque en el suyo tienen problemas. Análisis que, por supuesto, no me indican si son de lindano. La siguiente noticia que tengo sobre esto es el 18 de septiembre, cuando salta todo el problema. El jefe de laboratorio me dice que ya se indicó a Salud Pública que esos resultados se pondrían en el orden de trabajo del laboratorio. 


¿Nadie les avisó entonces ni de que eran urgentes ni de que eran por el asunto del lindando?

Salud Pública no nos reclamó los análisis en ningún momento, ni se nos indicó urgencia ni había ningún signo que pudiera permitir el alertar de una situación que requiriera una especial diligencia. Les entregamos los resultados en una reunión el 23 de septiembre, en los orígenes ya de la crisis de contaminación del Gallego.


Medio Ambiente sí conoció sus resultados en julio...

Medio Ambiente hizo un traslado de residuos del vertedero de Bailín a otro de seguridad y tenía una autorización ambiental integrada para ello, que impone una serie de autocontroles. Uno de ellos es controlar lo que sale por la depuradora y ver qué índices de lindano tiene el agua en el río. Estos análisis, en el momento en el que saliese algún positivo, debían comunicarse inmediatamente a la CHE. Sin embargo, nos fueron entregados el pasado jueves y a requerimiento de la Confederación. Y en ellos se conoce que ha habido índices de lindano superiores a los permitidos.


El 11 de septiembre, por ejemplo, los análisis de la Confederación daban 438 microgramos por litro de lindano, mientras que la cifra de Medio Ambiente era de 2,03. ¿Cómo puede haber tantas diferencias entre unos y otros? 

Parece extraño. Realmente si se hacen en el mismo momento no tiene mucha lógica. También hay que decir que los análisis marcan tendencias y están condicionados por muchos factores: en qué lugar se hacen, con qué caudal, en qué momento... La Confederación hace una labor de policía de aguas y hay que ver que se cumplan los parámetros establecidos. 


¿Pero son los resultados de Salud Pública de los que depende el abastecimiento de agua de boca? 

Sí. Nuestros análisis son exclusivamente para controlar los vertidos que se llevan a cabo, de acuerdo con las autorizaciones, o los que son ilegales y hay que investigar quién los ha hecho. Hay que tener en cuenta que somos una cuenca con nueve comunidades y 92.000 kilómetros de cauces. Las capacidades de control son limitadas y es una tarea inalcanzable, aunque se va mejorando. 

Sus discrepancias sobre responsabilidades e incluso en los datos, ¿pueden acabar afectando a la coalición que mantiene su partido (el PAR) con el PP en la DGA? 

Lo que no me parece aceptable es que el consejero de Sanidad (Ricardo Oliván) impute la responsabilidad de no conocer los datos de los resultados de los análisis a la CHE. Y decir que se retrasó en realizarlos cuando ni siquiera los requirió, ni los pidió ni recabó urgencia. En ese sentido, me parece una dejación absoluta de sus responsabilidades, que son las que le corresponden a él y en ningún caso a la CHE. Si realmente quería tenerlos en una semana, tenía que haber llamado a los responsables de la CHE y a mí el primero y le aseguro que la respuesta hubiese sido inmediata, pero en ningún momento se hizo. El principal responsable para reclamar la celeridad es el departamento de Sanidad y no nosotros, que no es nuestra competencia.


Entonces, ¿culpa a Salud Pública?

Se da una fatalidad de circunstancias, ya que los primeros resultados positivos coinciden con que, a su vez, Medio Ambiente no nos informara a nosotros de sus resultados. Esta concurrencia de situaciones muestra al final un fracaso en la coordinación de las administraciones públicas. Y, en ese sentido, debemos hacer un análisis de cómo mejorar esto y no reprocharnos unos a otros la responsabilidad que le corresponde a cada uno.


A usted le han llegado a cargar toda la responsabilidad del problema. Sin embargo, todavía no ha comparecido en las Cortes, pese a que la oposición lo ha pedido. ¿Lo hará?

Estaría encantado de pasar por las Cortes, pero el Ministerio quiere que las comparecencias de los organismos del Estado sean en el Congreso y el Senado. Discrepo de ese criterio político, pero lo respeto. Si me lo piden formalmente, aún no lo han hecho, consultaré al Ministerio si lo ve oportuno. 


Tampoco ha asistido a ninguna de las reuniones que se han mantenido con los alcaldes afectados, ¿no cree que debía estar?

La responsabilidad de los abastecimientos a los municipios no es de la CHE, por tanto tampoco se debe confundir a los ciudadanos. Sí acudió el comisario de aguas a una reunión por si hacía falta alguna aclaración sobre las maniobras de desembalse. 


El consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha dicho que pedirá responsabilidades a quien proceda y asumirá las que le correspondan, ¿usted hará lo mismo? ¿Estaría dispuesto a dimitir si se demuestra que ha sido un fallo de la Confederación? 

No ha habido un fallo de la CHE y lo que vamos a hacer es aprender de esta experiencia. Si se vuelve a pedir un análisis para otra administración, se hará un protocolo para que queden claras cosas como el plazo de entrega. Ese es el fallo de la CHE y vamos a solucionarlo de cara al futuro, pero más allá de ese fallo de coordinación, que es evidente que lo ha habido, desde luego la CHE no debe asumir más responsabilidades que corregir esta coordinación. 


Pero el problema del lindano no es solo una cuestión de salud...

El tema del lindano es un problema medioambiental de primer orden. Algún fallo ha tenido que haber porque la contaminación del río es una evidencia que coincide con el traslado de los residuos de Bailín. Los análisis lo atestiguan. 


¿Y qué cree usted que falló en el traslado del lindano?

Pues eso se está investigando. En cuanto el tema salió a la luz pública, abrimos una investigación. El comisario de aguas va al lugar donde se está produciendo el traslado a pedir explicaciones de los trabajos. Se cursaron en los días siguientes una serie de peticiones de información, fruto de las cuales fue cuando el jueves pasado nos entregaron la analítica de los autocontroles que hacía la dirección general de Calidad Ambiental y ahí es ya cuando también se ve claramente la evolución del lindano en el río. Realmente ahí hay una radiografía muy clara de lo que ha ido pasando y eso lo conocimos el jueves. 


Pero Medio Ambiente insiste en que se siguieron todos los protocolos de seguridad. 

Pero en la vida los resultados son los que mandan. Si se siguieron todos los protocolos, fallaron de alguna forma. O estuvieron mal diseñados. Lo que está claro es que la autorización ambiental exigía que el traslado se hiciera sin contaminar el río y respetando los niveles de calidad de las aguas. 


Y la CHE dice que se superaron los niveles permitidos y Medio Ambiente, que no...

Hablamos del río que es lo importante. El lindano ha llegado al río y coincide con el traslado de este material tóxico. Los técnicos de la CHE entienden que es consecuencia de estas operaciones de traslado y hay que investigarlo. Los niveles de contaminación que conocimos el jueves son evidentes y, por eso, Confederación inicia el expediente sancionador porque está obligado legalmente a ello. En ningún caso es una respuesta a las injustas acusaciones del consejero de Sanidad sobre la tardanza de los resultados. Pero coincide todo el mismo día: remiten los análisis y eso obliga a la CHE a abrir un expediente sancionador. Medio Ambiente tiene derecho a alegar y nosotros a pedir documentación.


¿Qué garantías hay de que no se repita este problema?

Que el lindano quede en unos vertederos de seguridad. Los residuos de Bailín han pasado ya a uno de seguridad, que es la mejor solución. Con Sardas hay que hacer lo mismo porque cualquier día podemos tener un problema allí. Esperamos que esto sirva para que se dé una solución de fondo. 


Los afectados ya llevan mucho tiempo esperando...

En eso tengo que elogiar al Gobierno de Aragón, que ha tenido buena disposición para resolver este asunto y es el primero que ha dado un paso de cara a la solución definitiva del problema. Quizá teníamos que haber sumado más todos. La iniciativa de la DGA ha sido valiente, positiva y decidida, pero la mala suerte ha hecho que las cosas no salieran como estaban previstas. Hay que solucionar el problema para que las futuras generaciones puedan tener un río Gállego descontaminado.