La vendimia francesa ya no atrae a los aragoneses

En 2012 hubo un repunte de vendimiadores, pero este año solo acudirán los que llevan toda la vida.

Imagen de la vendimia de 2011
La vendimia francesa ya no atrae a los aragoneses
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Menos de 500 kilómetros separan a Zaragoza de Burdeos, la capital de la principal región vitivinícola de Francia, pero este año pocos aragoneses recorrerán esta distancia para participar en la vendimia francesa. Las dificultades para ser aceptados y los problemas de años anteriores echan atrás a muchos temporeros.


“Hace un par de años hubo un pico de aragoneses que fueron, pero no era lo que creían”, explican desde la Federación Agroalimentaria de CC.OO. Aragón. La crisis animó a que el número de temporeros aragoneses se acercase a los 100 en 2012, muy lejos en cualquier caso de los 11.000 andaluces que van cada año.


Los nuevos vendimiadores se encontraron con problemas, muchos relacionados con el alojamiento, ya que en algunos anuncios se aseguraba que estaba incluido, aunque finalmente se encontraron sin sitio donde dormir.


Vendimiar en Francia no es fácil. La mayor parte de los anuncios no piden tener experiencia, pero sí hablar francés. “Si no, se crean guetos y los empresarios solo pueden hablar con una persona, que les traduce, por lo que son fácilmente controlables y eso puede dar problemas”, explica Manuel Pina, secretario de Acción Sindical de CCOO.


Además, muchos puestos se adjudican a personas que ya han acudido en años anteriores o a los que son avalados por los de mayor antigüedad. Esto hace que sea difícil acudir a la campaña por primera vez y es por ello que las decenas de aragoneses que participan sean grupos restringidos, que van desde hace décadas, o sus familiares y amigos, como indican desde UGT.


Otro problema es que los trabajadores deben pagarse el viaje hasta la región. Desde finales de agosto se está realizando la recolección en el sur de Francia, mientras que las zonas más al este, como Alsacia o Borgoña, comenzarán a mediados de este mes. Todavía a tiempo para quien quiera participar, pero un trayecto más lejano que no siempre sale a cuenta, en especial si se trata de contratos breves, de menos de una semana.


Aunque vendimiar en el país vecino también tiene sus ventajas. La principal es el salario, que ronda los 9,53 euros por hora, mucho más alto del que podría obtener quedándose aquí. Sin embargo, si la comida está incluida, se cobrará hasta 13 euros por día y otros 2,30 si se le da alojamiento.


Este año, los empresarios franceses tendrán que contratar más mano de obra que en los anteriores, ya que se prevé que la cosecha sea un 11% mayor que en 2013 y un 3% mejor que en el último lustro gracias a las lluvias estivales, según los datos del Ministerio de Agricultura francés.


Así, este año se contratarán a más de 300.000 temporeros en todo el país, indica la Asociación Nacional para el Empleo y la Formación en Agricultura (ANEFA). Unos 15.000 españoles van a acudir a esta cosecha, 300 más que en la campaña pasada, según los datos de UGT. De ellos, el 75% son andaluces, seguidos de los extremeños.