ADIF saca el cuarto vagón y analiza cómo retirar las tolvas del túnel para poner en servicio el Canfranc

Desde el viernes, cuando el mercancías descarriló, 155 viajeros han usado el  transporte alternativo desde Sabiñánigo

. Operarios del ADIF, trabajaron ayer por la mañana para encauzar el vagón en los raíles y sacarlo del túnel, donde todavía quedan otras tres tolvas cargadas.
ADIF saca el cuarto vagón y analiza cómo retirar las tolvas del túnel para poner en servicio el Canfranc

Sigue sin conocerse la fecha del restablecimiento del servicio del Canfranc debido a la complejidad de los trabajos que se están realizando y se van a tener que ejecutar en la infraestructura ferroviaria, pero mientras tanto continúan las labores de reparación y encarrilamiento de las tolvas cargadas de maíz. Al medio día de ayer se consiguió retirar el cuarto vagón de los ocho que el pasado viernes se salieron de la vía cerca de Castiello de Jaca cuando transportaban maíz desde Canfranc hasta Zaragoza. 


Para que esto fuera posible, se trasladó hasta la zona el tren taller de Renfe, y durante toda la mañana unos 12 operarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, ADIF, trabajaron para encauzar el vagón en los raíles y sacarlo del túnel, donde todavía quedan otras tres tolvas cargadas, que aún no se ha determinado cómo se retirarán ni las reparaciones que necesitará la vía. Una vez retirado el cuarto vagón, que se trasladó hasta la estación de ferrocarril de Jaca, durante toda la tarde de ayer, los operarios de ADIF prosiguieron con trabajos de reparación de la vía. Tal y como informaron fuentes de ADIF, cada vez que los operarios encarrilan un vagón, se repara el tramo de vía correspondiente, para poder llegar al siguiente y acometerlo de la misma manera. 


Está previsto que con estos arreglos se pueda encauzar el quinto vagón y sacarlo de la estrecha galería donde quedaron cuatro de las tolvas que se salieron de la vía, las más perjudicadas por el accidente. Pero aún se desconoce cómo se actuará en los siguientes, ya que al producirse el descarrilamiento cada uno de ellos quedó sobre el trazado ferroviario de una manera diferente, y los técnicos deberán ir tomando decisiones conforme se vaya accediendo a cada uno de ellos. 


La complejidad añadida en la operación viene al encontrarse dichos vagones en el interior de un túnel estrecho, donde no se puede actuar con una grúa, y además están cargados de cereal, con un peso de 55 toneladas cada uno. Por ello, ya se encuentran en la estación de Jaca algunos vagones que se utilizarían para vaciar la carga de los descarrilados, en el caso que se decida actuar de esta manera, y facilitar así las maniobras de retirada del interior del túnel. Pero esta operación todavía no se ha concretado, según apuntaron fuentes de ADIF. 


Todos estos trabajos tan complicados no permiten, de momento, establecer una fecha de reapertura del tramo entre Sabiñánigo y Canfranc. Por ello, Renfe ha establecido un servicio alternativo por carretera para trasladar a los viajeros que durante estos días utilicen el tren para acudir a las comarcas de la Jacetania o del Alto Gállego. 


Pero desde ADIF insistieron en que se trabaja de la mejor manera posible y más rápida para que la vía pueda quedar reparada cuanto antes.Servicio de autobús

El accidente del tren de mercancías tuvo lugar el pasado viernes a las 11.36 en el punto kilométrico 4,700, cerca de Castiello de Jaca, de la línea Zaragoza-Huesca-Canfranc. Desde entonces, el servicio está cortado en el tramo entre Sabiñánigo y Canfranc y se sustituye por el transporte por carretera, hasta que la vía esté operativa. Un autobús recoge a los viajeros en la estación de la capital serrablesa, hace una parada también en Jaca, en las facultativas de los siguientes apeaderos si hay viajeros y llega hasta Canfranc. Cabe destacar en este sentido, que entre el 15 y el 17 de agosto han hecho uso de este servicio 155 viajeros. 


Durante la jornada de ayer también fueron muchas las personas que se acercaron al Pirineo aragonés para pasar los últimos días del mes. 


Dos de ellos fueron Pedro y María, de Zaragoza. Ya tenían previsto desde hace un tiempo pasar unos días en Jaca, donde está veraneando una de sus hijas, y a pesar de conocer el accidente del tren y saber que tendrían que hacer trasbordo en Sabiñánigo, no cambiaron su forma de viajar. «Es un poco latazo el tener que cambiar del tren al autobús para ir desde Sabiñánigo a Jaca por el tema de las maletas, pero no queda otra», reconocieron al llegar a la capital jacetana. «La mayoría de las veces hemos venido a Jaca en tren y no es la primera vez que nos toca hacer un trasbordo», concluyeron.