El 27% de los mayores de 65 años viven solos en Aragón

Los datos sobre la calidad de vida en Aragón vuelven a centrar el foco sobre las personas mayores. Según refleja un reciente estudio publicado por el Instituto Aragonés de Estadística, el 27% de los aragoneses mayores de 65 años viven solos. Una condición que puede resultar positiva en lo que revela de autosuficiencia de la persona pero que entraña grandes riesgos cuando los mayores no están correctamente atendidos.

En Aragón hay más de 272.400 mayores de 65 años. Uno de cada cuatro vive solo.

Arantxa Santana, directora del Servicio de Ayuda a Domicilio de la Fundación Federico Ozánam, asegura que "mientras tengan calidad de vida lo mejor es que permanezcan en el domicilio ya que eso fomenta la autonomía personal". Desde este centro se procuran cuidados en el domicilio a alrededor de 45 personas cada mes, pero en Zaragoza son muchos más los que optan por quedarse en casa.

Causa económica

Algunos expertos coinciden en que tiene mucho que ver el aspecto económico. "Cada vez se ingresa a la gente en las residencias más mayor y en peor estado, en muchos casos porque por menos de 1.000 euros no pueden encontrar residencias y hay personas que no pueden hacerse cargo de eso", comenta Susana Calvo, trabajadora social de ayuda a domicilio de la Fundación Rey Ardid.

Desde este servicio se lleva a cabo la supervisión y el apoyo de los mayores dependientes residentes en sus hogares a través del acompañamiento u otras labores como la limpieza, la compra o el aseo. Un servicio que es mas barato que la residencia y que puede ser cubierto tanto por ayudas privadas como públicas cuando el anciano no tiene acceso a otros recursos.

Aspecto cultural

Sin embargo, parece que no solo es el aspecto económico sino la cultura popular de los mayores lo que atrae a mantenerse en el domicilio. El 13,8% de los hogares aragoneses está constituido por una única persona mayor de 65 años, un dato que supera en cuatro puntos la media Española, que se sitúa en 9,7. Calvo asegura que "en general, los mayores no tienen ese concepto de irse a una residencia e intentan mantenerse en el domicilio todo el tiempo posible. Ya no solo por el aspecto educacional sino porque el traslado supone para ellos un cambio de rutinas, de hábitos y de todo su entorno".

No obstante, los expertos insisten en que esa autonomía puede hacer que los mayores se sientan solos para lo que es necesario un control y si es posible la participación en centros de día donde desarrollar el aspecto social y cognitivo.