Aragón es la comunidad española con mayor incidencia en cáncer de vejiga

Supera la tasa
de incidencia en Europa y está por encima de los 30 casos por cada 100.000 habitantes.

Aragón es la comunidad española con más casos registrados de cáncer de vejiga de España. Supera incluso la tasa media de incidencia de Europa y está por encima de los 30 casos por cada 100.000 habitantes. Si los factores genéticos y el tabaco son en general algunos de los principales factores de riesgo, en la Comunidad aragonesa la elevada edad de la población puede incrementar el número de afectados por este tipo de tumores.

«No creemos que Aragón sea una comunidad más fumadora, quizás tiene que ver con la edad, porque el índice de envejecimiento y superenvejecimiento está por encima de la media española. Este tumor se relaciona directamente con la edad», apunta la jefa de servicio de Urología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, María Jesús Gil Sanz.

Lo que es cierto es que el cáncer de vejiga es el cuarto en incidencia en varones y el octavo, en las mujeres. Y respecto a la mortalidad, el de vejiga se sitúa en cuarto lugar en los hombres. Así, el perfil tipo de pacientes son varones, entre la sexta y séptima década de la vida y fumadores, aunque esporádicamente también se pueden ver jóvenes (incluso entre 18 y 20 años).


El principal handicap de este tipo de tumor es que no existen unos marcadores que ayuden a detectarlo precozmente, sino que solo puede descubrirse a través de una ecografía (muchas de ellas, encargadas por otro tipo de patología) o bien a través del síntoma más característico como en la hematuria (emisión de orina con sangre).


«Seguimos diagnosticando en los mismos estadios que hace diez años. Se ha avanzado en técnica quirúrgica, en la anestésica, en los cuidados postoperatorios, en las terapias... Pero no en el diagnóstico precoz. Continuamos diagnosticando en los mismos estadios que hace diez años porque no hay marcadores tumorales», apuntó el urólogo Miguel Blas.


Es entonces cuando pueden saltar las alarmas y los médicos empiezan a sospechar de la aparición de este tipo de tumor. No obstante, no todos tienen el mismo pronóstico y tratamiento. Existen dos tipos: el infiltrante (aquel en el que es necesario extirpar la vejiga y se le ‘reconstruye’ con segmento intestinal) y el superficial (un 40% se convertirán en infiltrantes).


Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los especialistas es al alto índice de reproducción de este tipo de tumores. Por ello, las líneas de investigación en la actualidad están profundizando y trabajando para conocer el genoma o la secuencia genética de los tumores superficiales de alto riesgo para evitar la reproducción en un futuro.