Heraldo del Campo

Vitivinicultura

Vinos de Zaragoza: ¿Ser o no ser?

Las primeras conclusiones de un estudio sobre la comercialización de los vinos de Cariñena, Campo de Borja y Calatayud vuelve a abrir un viejo debate: la posibilidad y conveniencia (o no) de crear la Denominación de Origen Zaragoza para llegar a amplios mercados.

Los vinos de las denominaciones zaragozanas muestran las peculiaridades de cada una de sus zonas, de su clima, de su suelo y sobre todo de sus variedades
Vinos de Zaragoza: ¿Ser o no ser?
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Con la vendimia recién iniciada –o a la vuelta de la esquina en las zonas más tardías– y con unas buenas perspectivas de cosecha, las denominaciones de origen aragonesas ya piensan en la comercialización. Nuevas ideas no faltan, como no sobran estudios en los que se analizan novedosas estrategias con las que ampliar la cartera de clientes más allá del lánguido mercado interior, en el que el consumo no ha dejado de caer en los últimos años, y del saturado y maduro mercado europeo, que ya comienza a dar señales de atonía comercial.


Entre esas estrategias ha vuelto a colarse la conveniencia (o no) de que las tres denominaciones zaragozanas (Cariñena, Calatayud y Campo de Borja) se agrupen en una única con el apellido de la provincia, esto es, Denominación de Origen Zaragoza. No es una iniciativa nueva. Hace años que planea sobre los viñedos zaragozanos. Cobró fuerza durante la celebración de la Exposición Internacional de Zaragoza celebrada en 2008 por la proyección que el nombre de la ciudad adquirió con el evento. Y ahora ha vuelto a hacerse actualidad coincidiendo con la presentación de las primeras conclusiones de una investigación sobre la comercialización de los vinos de las denominaciones de origen de la provincia de Zaragoza.


Entre las recomendaciones de dicho estudio, fruto de un convenio entre el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y la Diputación de Zaragoza, el jefe de la Unidad de Economía Agroalimentaria y de los Recursos Naturales del CITA, Luis Miguel Albisu, destacó la necesidad de dirigir la expansión de las ventas de estas denominaciones hacia los mercados norteamericanos: Estados Unidos y Canadá. Y lanzó sobre el auditorio en el que se presentaban dichas conclusiones y en el que se habían dado cita bodegueros, enólogos y responsables de los consejos reguladores, que para ganar presencia en estos mercados tan amplios es necesario unir esfuerzos, ganar volumen, buscar fórmulas que aglutinen los elementos comunes y, en definitiva, "plantearse cómo actuar conjuntamente entre las tres denominaciones", dijo Albisu.


Este argumento ha despertado el debate o, cuando menos, el interés por abordar la creación de una nueva D. O. que aglutine a los productores de Cariñena, Campo de Borja y Calatayud.


La empresa no es, sin embargo, nada fácil. Hay bodegas y cooperativas que están dispuestas a impulsar la iniciativa y acogen con agrado la posibilidad de formar parte de un nuevo concepto que consideran les dará volumen, les hará más conocidos y les permitirá ahorrar costes. Pero no faltan tampoco bodegas y cooperativas que ni siquiera se han planteado dicha posibilidad.


De todas formas, son muchos los interrogantes que se plantean tanto los que están a favor como los que muestran recelos y todo ellos reconocen que, de emprenderlo, el camino no será ni corto ni fácil.


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