Asociación Arbada

"La anorexia no es una enfermedad de niñas que quieran ser modelos"

Arbada cumple 15 años luchando contra una enfermedad para la que ?aseguran? "siempre hay una puerta abierta". En la Unidad del Hospital Clínico de Zaragoza se diagnostican cada año 100 casos nuevos.

La presidenta de Arbada, Nieves Larrarte, en Zaragoza.
La presidenta de Arbada, Nieves Larrarte, en Zaragoza.
José Miguel Marco

ARBADA celebra su 15 aniversario con varias conferencias sobre la anorexia y la bulimia, dos enfermedades para las que –aseguran– "siempre hay una puerta abierta". Mari Carmen Galindo, vicepresidenta de la asociación, reconoce que el avance logrado en los últimos años ha sido "tremendo", pero desgraciadamente –insiste– hay que seguir trabajando "porque esto no se ha acabado".


Según señala, en el año 96 se diagnosticaron 190 casos de trastornos alimenticios en la Unidad especializada del Hospital Clínico de Zaragoza; hoy, gracias a los programas de prevención, se han reducido casi a la mitad.


La lucha desde la Fundación se remonta al año 97, cuando un grupo de padres de jóvenes atendidas en el Clínico se vuelcan en ayudar a otros que estaban pasando por lo mismo. "Entonces solo había una consulta de especialistas en Madrid. El doctor Velilla –jefe de Psiquiatría Infanto Juvenil del Clínico- nos ayudó cediéndonos una sala y así empezaron a venir otras personas", recuerda Mari Carmen. El objetivo era lograr que la sanidad se ocupara de sus hijos, además de procurar atención a las familias implicando a las instituciones públicas.


"Teníamos el problema en casa y debíamos aprender a poner distancia para escuchar a ese otro padre que estaba tan angustiado como tú", cuenta esta madre. De esa voluntad por apoyar a quienes estuvieran en la misma situación surgió la consulta de ayuda mutua, donde las familias siguen reuniéndose cada 15 días para compartir sus preocupaciones. "Hay que quitar culpabilidad a los padres, que entiendan que no es una enfermedad vergonzante y que los dos deben ir a una, por el bien de nuestras chicas", confiesa.

Apoyo a las familias

Las consultas de ayuda mutua sentaron las bases del trabajo de esta asociación aragonesa que lucha contra la anorexia y la bulimia. Empezaron 12 familias y hoy son ya más de 200 socios. Además, disponen de tres psiquiatras, una psicóloga para consultas externas y salas para hacer terapia en el Hospital de día. "Si en la clínica no los pueden ver más que cada tres semanas, que sepan que estamos nosotros", manifiesta Rosa.


Desde la DGA, el IAM y –en en sus comienzos– el INSALUD han recibido el apoyo necesario para sacar adelante su proyecto. “En aquellos años contar con dos millones de pesetas fue un triunfo. Ahora el convenio se ha ido reduciendo, pero con poco procuramos hacer mucho", cuenta Mari Carmen optimista.


Con la ayuda de dos trabajadores sociales contratados y el apoyo del resto de socios organizan talleres para familias, jornadas de prevención por las escuelas, charlas dirigidas a los padres y guías para mediadores juveniles. "Todo eso –señala– ha servido para que en los colegios se den cuenta antes y vengan a la asociación para encauzar el caso". Porque lo importante –insiste– es "acudir cuanto antes al especialista".


En la actualidad, el abanico de enfermos de anorexia es mucho más amplio, pero la mujer sigue siendo la principal víctima de esta enfermedad. "A día de hoy la sufren uno de cada 10 chicos, aunque cada vez hay más casos de niños de 8, 9 y 10 años", advierte Galindo.


Las personas de su entorno más cercano desempeñan un papel fundamental, de manera que la familia puede ser "co-terapeuta" y ayudar al enfermo a superarlo. Para ello, cuentan también con campañas de apoyo protagonizadas por famosos de diversas disciplinas, como Ismael Serrano, Abel Antón, Pastora Vega o Arantxa Argüelles.


Con todo, consiguen vencer poco a poco "ese miedo al psiquiatra" que hace 15 años –cuando empezaron– estaba "tan mal visto".

Presión social

Por el contrario, la presión social que se ejerce sobre la mujer complica las cosas, y aunque la anorexia y la bulimia son hoy cada vez más conocidas, todavía hay mitos que conviene desterrar. "Antes se pensaba que era una enfermedad de niñas que querían ser modelos, pero no es así. Son enfermos mentales que tienen una lucha en la cabeza tremenda", subraya Galindo. Desde la Asociación llevan más de 10 años luchando contra los obstáculos derivados de esta presión social que en muchos casos les "desanima".


"La sociedad se comporta en ocasiones de forma hipócrita. No podemos estigmatizar, hay que normalizarlo; aceptarse cada uno tal cual es y entender que a los 60 no puedes estar como a los 20", puntualiza Mari Carmen. Los anuncios, las tallas "imposibles" y las perjudiciales "dietas-milagro" contribuyen a que cada vez más mujeres en edad adulta padezcan la enfermedad. "Seguimos teniendo la ropa en los maniquís sujeta con alfileres por detrás porque no corresponden a una talla real o anuncios en los que a la mujer le persigue el pavo. Todo eso hace mucho daño… a veces se dan unas pugnas entre madre e hija que no pueden ser. Hay que envejecer con dignidad", defiende Galindo.


A través del programa de 'Prevención y motivación al tratamiento' estos pacientes reciben apoyo psicológico para no hundirse y acudir al especialista. "A muchas les pedíamos hora en el psiquiatra desde aquí y si se negaban, les animábamos a darle otra oportunidad", añade.


A menos de un mes para que comience la Navidad, la Asociación prepara ya diversas charlas sobre cómo afrontar estas fechas. "Se trata de desmontar mitos, que la familia sepa lo que siente un enfermo cuando todo gira en torno a la comida", explica Mari Carmen, que participará este martes en una conferencia en el Hospital Clínico de Zaragoza.


En su caso, ni ella ni su hija se han rendido. Y tras más de 15 años luchando juntas, asegura que con esfuerzo se puede conseguir. "La enfermedad está ahí, pero lo importante es saber que la vida sigue y que hay otras muchas cosas", dice con una sonrisa.