Baños en aguas milagrosas que rejuvenecen y alegran el alma cada verano en Aragón, en imágenes
Las piscinas terapéuticas al aire libre que ofrece este enclave oscense tienen un efecto relajante que engancha al más escéptico. La piel agradece la visita: es tocar el agua salada y rejuvenecer. El efecto que produce en el organismo se describe como masaje vibracional, y entrar en contacto con ella apoya todo tipo de tratamientos contra problemas dermatológicos, además de aliviar procesos crónicos del aparato locomotor. Por si fuera poco, es un arma eficaz contra el estrés y la fatiga, e incluso alivia trastornos de insomnio. Bañarse en El Salinar de Naval (a 22 kilómetros al norte de Barbastro y a 82 de Huesca capital), situado en un entorno tan idílico como magnífico, alegra el cuerpo y la mente.
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