Fotos del mágico pueblo de Huesca que esconde una de las cascadas más impresionantes del Pirineo
Esta pequeña población pertenece a la Comarca del Sobrarbe y se sitúa en un enclave idílico: la falda del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en pleno corazón de los Pirineos. Está bañado por el río Ara, que lo atraviesa y divide en dos barrios unidos por un puente gótico. Además del paisaje en el que se encuentra, este precioso pueblo pirenaico cuenta con otros atractivos dignos de una visita. Uno de ellos es la Iglesia de San Pedro Apóstol, ubicada en la parte más elevada de Broto, que data del siglo XVI, y sorprende con su sólida estructura, como si de un castillo se tratara, y su descomunal tamaño. Al igual que su gran torre almenada, coronada por un bonito campanario. Entre las otras construcciones destacas encontramos la Casa del Valle, con su torre defensiva del siglo XVI, que sirvió de cárcel durante varios siglos. Está formada por dos edificios: la torre de la cárcel y la propia Casa del Valle. Pero, sin duda, el mayor interés de este encantador pueblo es su entorno. Sus alrededores nos ofrecen excursiones tan bonitas como la que nos lleva a la espectacular cascada de Sorrosal. Llegar a este paisaje natural es muy fácil desde el casco urbano de Broto, ya que se encuentra a apenas cinco minutos y hay un cómodo sendero. Además, se puede realizar la Vía Ferrata de Sorrosal, que comienza en la cascada y es un plan excelente para realizar en el Pirineo. Está junto al Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido y discurre junto al barranco de Sorrosal. >>Qué ver en Broto<<