Decálogo de la Ofrenda
El acto más esperado de las fiestas reunirá este jueves en las calles de Zaragoza a miles de personas que compartirán una misma liturgia que se renueva cada año sin variar su esencia: el recorrido, las jotas, los trajes, las flores...
1. los oferentes
Los oferentes son el corazón de la Ofrenda, la razón por la que sigue creciendo y continúa sin tocar techo. No importa que llueva, haga frío o haya que madrugar, los oferentes permanecen siempre fieles
a su patrona desde hace ya 65 años.2. el recorrido
La ruta desde la plaza de Aragón hasta la basílica del Pilar ha ido sumando entradas conforme crecía el número de oferentes y se ha visto alterada en contadas ocasiones por obras o cuestiones de fuerza mayor.
3. la indumentaria
Antaño la indumentaria distinguía la procedencia o clase social, pero ahora cada 12 de octubre es un lenguaje que une a los oferentes de camino a la Virgen del Pilar.
4. las flores
Siempre han estado y siempre estarán, las flores dan el color y acompañan a la Virgen no solo el día de la Ofrenda, sino también durante los siguientes, convirtiéndose en coprotagonista de la imagen más deseada por los zaragozanos y los turistas.
5. la ofrenda virtual
Este proyecto tecnológico impulsado por el Ayuntamiento, y desarrollado por Imascono, no ha dejado de ganar adeptos desde 2020. Este año amplía su espacio con experiencias de realidad aumentada.
6. la espera
Esta espera no desespera. 365 días esperando que llegue el día, y el rato que haga falta para incorporarse a la Ofrenda
7. la jota
Para festejar o trabajar, para honrar y ofender, para divertirse y hacer reír... ha acompañado a los aragoneses en todos los momentos de su vida
8. la virgen y la basílica
El templo vive hoy, con la misa pontifical como eje, el día más importante del año
9. la trastienda
La trastienda de la Ofrenda de flores involucra a cientos –sino miles– de trabajadores y voluntarios. En el taller de Herrería del Ayuntamiento, donde se custodia la Imagen que hoy preside la plaza del Pilar, lo saben bien.
10. los visitantes
La Ofrenda se vive de otra forma a través de los ojos y cámaras de los turistas, desde el fervor hasta la sorpresa de los que no la conocían, sobre todo extranjeros.