"No cambio por nada este lugar de verdadera misión y verdadero encuentro con el más necesitado"

¿Qué supone para ustedes el trabajo que Fundación Ilumináfrica realiza en el hospital de Dono Manga?Es una fundación que ha ayudado mucho a nuestra población, devolviendo la vista a mucha gente de escasos recursos económicos. Y, por supuesto, también ha ayudado al hospital económicamente.

En estos dieciséis años de trayectoria, Fundación Ilumináfrica ha realizado más de 63 expediciones y puesto en marcha cerca de 6.500 intervenciones. ¿Son un rayo de luz dentro de la oscuridad de muchos
habitantes de El Chad?Sí. Con su profesionalidad han logrado el milagro de que muchos pacientes consigan tener visión, así como que los niños con cataratas congénitas no estén abocados a la más terrible oscuridad que da la ceguera.

¿Cómo nota que reciben los pacientes a los voluntarios y el trabajo que hacen?La gente los recibe con gusto y con la esperanza de poder ver. Hay personas a las que traen con bastón o desahuciados porque ya no ven, y al llegar manifiestan mucha tristeza y desánimo. Sin embargo, después de la intervención cambia completamente su estado de ánimo. Bailan de alegría porque ya ven y este gesto yo lo admiro mucho porque  la mayoría de ellos no son muy expresivos. 

¿Animaría a otras entidades educativas y sanitarias a acudir a este país?Animo a Fundación Ilumináfrica para que siga prestando sus servicios con generosidad e invito a otras entidades para que vengan y aporten apoyo en todos los aspectos porque las necesidades son muchas y de todo tipo.

¿Es feliz en El chad? ¿Cambiaría este lugar por las comodidades del mundo occidental?Sí, soy muy feliz aquí. Ha sido y sigue siendo una muy bonita experiencia para mi. Siento que la gente me ha enseñado mucho y destaco su sencillez, su alegría en medio de tantas carencias, así como su fuerza y fortaleza en medio de multiples dificultades. Siento que no he hecho mucho, pero he llevado a cabo lo que ha estado a mi alcance y con la gracia de Dios. No cambio por nada este lugar de verdadera misión y verdadero encuentro con el más necesitado y con Dios.

¿Cuándo empezó a trabajar en el hospital?Yo estoy en Dono Manga desde el año 2008. Al principio, desempeñé el cargo de jefe del Servicio de Medicina, Cirugía e Infectología, apoyando siempre en quirófano, maternidad y pediatría. Despues fui responsable de la farmacia y el centro nutricional, y siempre estuve apoyando en quirófano como ayudante de Cirugía y Anestesia. En el año 2016 fui nombrada jefa de Maternidad y Pediatría y, en 2019, fui la asistente de la supervisión general. En 2020, me nombraron supervisora general, cargo que desempeño actualmente.

¿En qué consiste su trabajo?Es como una especie de jefatura general de enfermería y de intendencia. Elaboro también las estadísticas de todo el hospital y también ejerzo de médico de guardia porque en el hospital contamos con un solo médico que pasa visita y realiza la consulta matinal y a partir de las 14.00 y hasta las 8.00 del día siguiente tengo bajo mi responsabilidad las cirugías y las urgencias.