La estrategia de Coca-Cola logra una planta de Teruel neutra en carbono
La empresa toma acciones por el cuidado del agua y devuelve a la naturaleza la que contienen sus bebidas a través de proyectos medioambientales vinculados a la protección del medioambiente, como la recuperación de agua y la protección de ríos y humedales.
La sostenibilidad es un deber y una responsabilidad social que todos y todas deberíamos asumir. En algunos casos, además, es vocacional. Coca–Cola Europacific Partners (CCEP) es una empresa convencida de su papel como agente de transformación social. Por ello, hace tiempo, puso en marcha una importante estrategia de sostenibilidad, un pilar del negocio, que la convirtió en referente. De hecho, la compañía tiene un compromiso firme con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
En 2017, puso en marcha su plan estratégico ‘Avanzamos’, identificando cómo podría contribuir a la consecución de esos ODS. El plan pretende lograr los objetivos de la compañía para aprovechar su arraigo social y multiplicar el efecto de sus acciones impulsando el compromiso de los distintos agentes: los gobiernos, la sociedad civil y, por supuesto, las empresas.
De momento, los resultados salen a su favor: entre 2010 y 2020, la compañía ha reducido casi un 17% su consumo de agua y, para el año 2025, busca reducir al menos el 20% del consumo del agua con respecto al año 2010.
Por un 2040 más limpio
Su estrategia de sostenibilidad a largo plazo y su plan de acción establecen medidas en seis áreas clave en las que tienen un impacto significativo y que son prioritarias para sus grupos de interés: acción climática, envases sostenibles, gestión del agua, bienestar de sus empleados y de los que trabajan en su cadena de valor, salud y bienestar del consumidor y contribución a las comunidades locales.
En cada una de estas, han asumido compromisos firmes alineados con los ODS de la ONU. Juntos, brindan una dirección clara de cómo quieren trabajar en toda su cadena de valor para construir un futuro mejor para su negocio, para las personas y para el planeta.
El vidrio ha sido una apuesta constante en Coca-Cola. ¿Por qué? Se trata de un envase reciclable y retornable que Coca-Cola recoge, devuelve a sus fábricas y vuelve a llenar, de ahí su ‘vida circular’. De hecho, gracias a la gestión de los envases, alcanzó el 100% del plástico reciclado en España y Portugal en las botellas de plástico PET 500ml hace tiempo. Esto supone el ahorro de más de 6.000 toneladas de plástico virgen al año y se reduzca casi 4.200 toneladas de CO2 en Iberia.
Coca-Cola pone especial atención, también, en el cuidado del agua, uno de sus ingredientes principales, y devuelve a la naturaleza todo el agua que contienen sus bebidas a través de proyectos vinculados a la protección del medioambiente, como la recuperación de agua y la protección de las cuencas de nuestros ríos y humedales en zonas de estrés hídrico. Por ejemplo, en 2020 Coca-Cola consiguió devolver a la naturaleza más de 3.600 millones de litros de agua, lo que supone un 149% de agua contenida en las bebidas comercializadas en España.
Por último, la responsabilidad social de Coca-Cola como agente de cambio positivo, que promueve la inclusión y el desarrollo económico, cuenta con proyectos como ‘Gira Mujeres’, de impulso al emprendimiento femenino, y ‘Gira Jóvenes’, un concurso de jóvenes Talentos, entre otros.
Teruel, neutro en carbono
Con una superficie de 42.000 metros cuadrados y 3 líneas de producción, la planta de Aguas del Maestrazgo tiene una capacidad de producción que supera los 109 millones de litros y cuenta con más de 30 personas empleadas. Este manantial se encuentra en el municipio de Cañizar del Olivar, provincia de Teruel. Lo primero que destaca de esta planta es su ubicación. A más de 1350 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la finca La Mezquitilla, en plena sierra de Majalinos.
CCEP ha verificado las cero emisiones netas en producción en su manantial de Aguas del Maestrazgo en 2022. Este logro supone un paso significativo en su estrategia de reducir sus emisiones, acercándose a su ambición global de lograr la neutralidad en carbono a lo largo de toda su cadena de valor en 2040, diez años antes del horizonte de obligatoriedad marcado por la Comisión Europea. La consultora también verifica que la compañía cuenta con un plan de actuación e inversiones para este manantial que le permitirá seguir siendo neutro en carbono.
Esto ha sido gracias a proyectos de reducción de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero, calculadas, con hojas de ruta claras y concretas y compensando las emisiones restantes con proyectos validados científicamente.
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