Finalistas IX edición del concurso de microrrelatos solidarios ILUMINÁFRICA

Nueve son los relatos finalistas de las tres categorías del certamen.

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El salón de actos del Colegio de Médicos de Zaragoza acogió este miércoles la entrega de los premios de 2023 del IX concurso de microrrelatos solidario Ilumináfrica.  La Fundación Ilumináfrica lleva 16 años luchando contra la ceguera evitable. Lo hace en las expediciones que tienen como destino el Chad y Camerún, pero también a través del concurso, que este año llega a la novena edición con el mismo objetivo: contar cómo se desarrolla la cooperación en África y, en concreto, de qué forma se intentan resolver los problemas de ceguera.

Categoría África

Finalista:  Ignacio Hormigo por  'El sueño de Halima' 

"Cuando Halima duerme, su rostro se transforma. Sus facciones se relajan y se abren como esas flores que despliegan sus pétalos de madrugada. Parece entonces que la nostalgia que la acompaña allá donde va cuando está despierta, esa que trasluce en su rostro hasta en los momentos en que sonríe, por fin la abandonara. Aprovecho y la miro de la misma forma en que un niño miraría un océano, un amanecer o un milagro. Procuro no perder detalle, me embebo de todo, lo atesoro. La piel de Halima es un misterio, un prodigio luminoso del mismo ocre dorado que la tierra que la vio nacer. Tan curtida y tan sabia como esa tierra, igual de bella. Tengo la fortuna de tener a mi lado un continente entero, una mujer hecha de tierra amasada, orgullosa y fuerte.

Cuando Halima duerme, acerco la nariz al hueco entre su clavícula y su cuello, ahí donde las noches de agosto hacen aflorar gotas de rocío salado, y aspiro con fuerza. Siento como mis pulmones se empapan del olor de la tierra mojada y escucho el aleteo de una bandada de abejarucos que alza el vuelo. Un aire cálido me abraza, me envuelve y me acaricia como lo haría un siroco.

Cuando Halima duerme, yo la contemplo y me siento pequeño a su lado. Noto que algo se resquebraja dentro de mi pecho, un huevo que eclosiona porque lo que encierra es demasiado grande como para poder ser contenido. La miro ahí, tan cerca de mí, y me pregunto cómo es posible echar de menos a alguien a quien se puede tocar con solo alargar una mano

Finalista: Inmaculada Gilaberte por 'Masica, la boda que no fue'.

Masika tiene dos ojos negros teñidos de orfandad. Con una canasta de mimbre tambaleándose sobre su cabeza camina hacia el lago para vender el maíz a los pescadores, envidia a esos niños con mochila, que andan alegres hacia una escuela que a ella le ha sido negada.

Su pensamiento se enfanga en la conversación de su tío arreglando su boda. Dos cabras, unos cuantos schellings, y pasará a ser la propiedad y segunda esposa de Jamir. Su minúsculo cuerpo de doce años tendrá que yacer con ese hombre que le dobla la edad.

Las lágrimas le inundan la mirada. Se detiene y deja la cesta en el suelo. Prefiere morir que aceptar ese destino. En su mente solo cabe la huida. Echa a correr lo más rápido que puede buscando un refugio que la proteja de ese matrimonio aciago.

Escapar y confiar en que nunca la encuentren.

Suspira, y continúa dibujando con tiza los números en la pizarra, blanco sobre negro. La niña que fue se enreda en su pensamiento cada día, es ella la que lidera su lucha para evitar ese horizonte morboso a unas alumnas que, asomadas a la pubertad, recitan con infantil sosiego la tabla del 7.

Álvaro Navarro Rodríguez, recogiendo su premio
Álvaro Navarro Rodríguez, recogiendo su premio
Ilumináfrica

Ganador: Álvaro Navarro-Rodríguez 'El vuelo que desafió a las dunas'

Entre las dunas del Sáhara, donde el sol pinta cuadros de fuego en el horizonte, Yara, una niña de ojos destellantes, anhelaba volar como los pájaros que danzaban en el cielo naranja. Pero en su aldea, las tradiciones la anclaban a la tierra como raíces profundas.

Un día, en la feria de las caravanas, Yara encontró una pluma de águila, liviana como sus sueños. La acarició, y algo mágico sucedió: sus pies se elevaron del suelo, llevándola hacia las alturas. Desafiando la gravedad, exploró el universo del viento y las estrellas.

Al regresar, la aldea estaba en alboroto. La noticia de la hazaña de Yara se esparció como el eco de un cuento. Pero la tradición, inmutable como las dunas, no celebró su hazaña. La líder de la tribu, una anciana sabia, la confrontó. "Tu vuelo desafía nuestras leyes ancestrales", dijo.

Yara, con ojos de determinación, explicó que el cielo no podía ser un privilegio exclusivo de los pájaros. Quería que todos experimentaran la libertad que había conocido. La anciana, con una mirada que sopesaba el pasado y el futuro, asintió.

Entonces, una danza única surgió en la aldea. Hombres, mujeres y niños, imitando el vuelo de Yara, descubrieron que las tradiciones también podían transformarse como las sombras en el crepúsculo.

Categoría: Cooperación

Finalista: Miguel Ángel Fece Allue por 'Colaboración'

Bajo el sol abrasador, un grupo de médicos voluntarios desembarcó en una aldea remota y entre las chocas de barro comenzaron a plantar un huerto de esperanzas con las semillas de sus sonrisas y trabajo. Con mucho esfuerzo, su trabajo comenzó a dar los primeros frutos y pronto la cooperación se volvió la moneda de cambio y entre risas y empeño conjunto, construyeron un centro de salud rudimentario, nada comparable con los que había en el norte, de donde venían los voluntarios, pero que, a su manera, no tenía nada que envidiar a aquellos, pues los voluntarios descubrieron que aquellas gentes tenían mucho que aportarles pues aunque desconocían las visicitudes del cuerpo, tenían un gran conocimiento de las del alma y las fatigas que la oprimían y sabían cómo curarla con una canción.

Con el tiempo,  la aldea se transformó mucho más allá de los tratamientos médicos. Se compartieron recursos, se alzó una escuela junto al hospital, se construyeron nuevos pozos para garantizar agua potable. Juntos, médicos y aldeanos tejieron una red sólida, resistente a las adversidades que el futuro les traería y cuando los médicos se marcharon aquella aldea remota e había convertido en un faro de esperanza, mostrando que la unión de los corazones era una de las fuerzas más poderosas para el cambio. 

Finalista: Arianne García Francisco por 'Dialéctica'

Dialéctica. Tú-yo, yo-tú. No hay humanidad en el olvido de la ayuda. No existe un  nosotros sin un todos. No existe el mundo sin sus habitantes. Borremos problemas con soluciones. La oscuridad con luz. El silencio con la lucha. Que la universalidad sea conquistada por las individualidades de un mundo compartido.

Un voluntario de Ilumináfrica recogiendo el premios en nombre de Roberto Alfonso Concepción
Un voluntario de Ilumináfrica recogiendo el premios en nombre de Roberto Alfonso Concepción
Ilumináfrica

GANADOR: Roberto ALfonso Concepcion por 'El primer día'

El día empezaba con cierta expectación. Era mi primer día. Desde hacía algún tiempo una posibilidad revoloteaba en mi cabeza sacudiendo pequeños, y grandes, vacíos que siempre estaban ahí, como pequeñas descargas eléctricas que iniciaban una reacción en cadena. Por fin me había decidido. Busqué y me informé, y encontré un lugar en el que podría rellenar esos huecos de desidia y egoísmo mal entendido, donde hacer un trueque de mi tiempo por sus vidas. Mi lugar. Una vez tomada la decisión, ya empecé a sentir que la metamorfosis era inevitable, la persona que yo había sido abría su realidad para dejar entrar a quienes no tienen su propias realidades. Y es cierto, sí, en solitario no puedo cambiar el mundo, pero mi mundo ya ha cambiado, y cambiará más, con el simple hecho de querer estar, y otros mundos surgirán y crecerán donde antes sólo había una nada triste y oscura. Soy una parte de esta transformación. Ya estoy aquí: Hola, ¿por dónde empiezo?

Categoría: Ceguera y otras discapacidades:

Finalista: Patricia Collazo González por 'Discapacidades'

A veces, pienso que los ciegos son los demás. Como cuando algún mentecato prefiere un abogado “normal” y le asalta la premura por abandonar mi despacho en cuanto descubre a Ron, mi lazarillo, bajo la mesa. Tampoco hace falta recurrir a extraños para corroborarlo. Recuerdo el argumentario con que mi abuela intentó convencer a mis padres de que no me condenaran al fracaso animándome a estudiar derecho. Y también los gestos con que ellos respondieron en modo correlativo ante tanta perversidad: mi madre le alcanzó su abrigo, mi padre dijo que se hacía tarde, ambos la acompañaron hasta la puerta y después se aseguraron de que no regresara a casa nunca más. Yo, agradecida, prometí litigar contra injusticias y discriminaciones. Por eso aquí estoy, sus señorías. Que mi clienta padezca una discapacidad intelectual no justifica que el acusado abusara de ella por no haberse negado ¿Acaso estáis todos ciegos?

Finalista: Iván Fernando Abadías por 'Nuei'

Nuei, junto con sus compañeros y su profesor de 2.º de infantil, se encontró atrapada en el sótano de su colegio; algo había pasado. A diferencia de los demás, ella no tenía miedo. Mientras pensaba en cómo algunos compañeros se reían de ella, empezó a buscar la salida. Todos los niños estaban llorando y el profesor hacía lo que podía torpemente en la oscuridad para juntar a todos los pequeños e intentar calmarlos.

Con valentía y una concentración asombrosa, Nuei agudizó su oído para percibir cada ruido que llegaba desde el exterior. También intentaba sentir el aire fresco que se filtraba por los huecos. La oscuridad, que aterraba a los demás, se convirtió en su aliada. Con cada ruido, con cada corriente de aire, acercaba al grupo un paso más a la salida.

Finalmente, el grupo alcanzó el exterior entre los vítores de los bomberos y los equipos de rescate. Mientras todos sus compañeros entornaban los ojos ante la brillante luz del sol, Nuei no lo hizo. No había echado de menos la luz; ella no la conocía, la oscuridad nunca le había asustado. En ese momento, mientras sus compañeros la abrazaban y coreaban su nombre, todos comprendieron que no existen discapacidades, solo diferentes habilidades para cada situación.

Nuei les demostró que ser diferente también podía ser una fortaleza y que la valentía y la determinación podían superar cualquier obstáculo. La niña que una vez infravaloraron se convirtió en su inspiración y guía en medio de la adversidad.

Henar Gella Jarne recoge su premio
Henar Gella Jarne recoge su premio
Ilumináfrica

GANADOR: Henar Gella Jarne por 'El precio de la mirada'

Buenas noticias. Lo hemos pillado a tiempo. La retina únicamente está desgarrada y todavía no se ha producido el desprendimiento. En este punto, podríamos optar por un tratamiento preventivo aplicando fotocoagulación con láser o crioterapia. 

Por desgracia, no cumples los requisitos. Baja renta per cápita, inequidad, esperanza de vida reducida, malnutrición, empleo poco cualificado, economía inestable. Naciste en las coordenadas equivocadas, lo sentimos.

Tu ceguera es tratable, pero tú no.