Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

La maldición de la Moncloa

La maldición de la Moncloa
La maldición de la Moncloa
Ministerio de la Presidencia

En su libro ‘Memoria viva de la transición’, Leopoldo Calvo-Sotelo escribe que cuando Adolfo Suárez abandonó la Moncloa y le entregó las llaves del Palacio como nuevo presidente del Gobierno, el 26 de febrero de 1981, le dijo: "Llevarás aquí una vida inhumana". 

Creyó que la advertencia se debía a la situación de minoría parlamentaria que entonces sufría su partido, UCD, pero el ‘Tahúr del Misisipi’ (como lo apodó Alfonso Guerra con tanto ingenio como malicia) se refería al ‘síndrome de la Moncloa’, a la soledad con la que se vive en la sede del poder ejecutivo.

El presidente que asumió el poder tras el golpe de Estado del 23-F descubriría más tarde que, además del famoso síndrome, su nueva residencial encerraba también una maldición, una maldición que aún perdura: todos sus inquilinos han salido del palacio monclovita de mala manera. Adolfo Suárez, expulsado por la rebelión de su partido y el golpismo; Calvo-Sotelo, tras la debacle electoral de la UCD, que en un día pasó de 168 diputados a 11. Felipe González, en medio de una formidable cadena de escándalos de corrupción y de una conspiración político-mediática en toda regla; José María Aznar, tras el mayor atentado terrorista de la historia de España; José Luis Rodríguez Zapatero, devorado por la crisis financiera mundial de 2008 y su torpeza para afrontarla; y Mariano Rajoy, tumbado por una inesperada moción de censura.

Pedro Sánchez, a quien los sinuosos avatares para llegar al poder le convirtieron en un resistente (según el propio título de su libro), dice que anda meditando este fin de semana si cambia de vivienda. ¿Amenaza la vieja maldición al ave fénix del socialismo español?

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por José javier Rueda en HERALDO)

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