La depuradora de La Almozara se blinda contra las toallitas

Renueva la maquinaria para limitar su efecto en la instalación, que empezó a funcionar en 1989.

En la instalación, que funciona desde 1989, se tratan al día 34.560 metros cúbicos.
En la instalación, que funciona desde 1989, se tratan al día 34.560 metros cúbicos.
Toni Galan

La acumulación de fibras de toallitas desechables causó hace seis años el reventón del depósito de tratamiento de fangos de la depuradora de La Almozara, una instalación que empezó a funcionar en 1989 y en la que se tratan al día 34.560 metros cúbicos de aguas residuales. La reparación del digestor costó 1,7 millones y varios meses de obras. En 2020, 370 toneladas de toallitas llegaron a las dos depuradoras de Zaragoza. 

Desde entonces, y a la vista de que a pesar de las llamadas de atención a la ciudadanía las toallitas siguen llegando (aunque en una proporción menor), se ha decidido atacar el problema apostando por tecnología de última generación. "Las mejoras que se han hecho tienen que ver con nuevas máquinas que hacen que se desechen las toallitas para intentar no tener más problemas con ellas", ha explicado el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano. 

Las nuevas máquinas a las que el concejal ha hecho referencia limitan los desechos que flotan. Al incluir rejas más estrechas, han pasado de 1 y 0,7 centímetros a 0,3 y, por tanto, pueden retener mejor los desechos que 'se cuelan' en el proceso de depuración del agua. Influye, también, el tiempo que llevan sumergidas en agua antes de llegar a la depuradora. A menos tiempo, más difícil es retenerlas. Ahora, cualquier residuo de más de 3 milímetros no pasa.

A la Estación de Aguas Residuales de La Almozada (EDAR) llegan el 15% de las aguas residuales de la ciudad a través de colectores que recogen las aguas sucias de los barrios de Miralbueno, Oliver, Valdefierro, La Bombarda y Monzalbarba, parte de Delicias y Universidad y de zonas industriales ubicadas junto a la autovía de Logroño y a la de Madrid. En ella se tratan, también, vertidos procedentes de fosas sépticas no conectadas a la red municipal.

El agua llega con muchos residuos. En el primer circuito se retiran los sólidos que flotan (incluidos las toallitas). Hay dos decantadores primarios, a los que llega el agua tras retirar la arena, en los que se quita la grasa. En el ciclo biológico se mezcla con bacterias, y pasan a otros decantadores de los que se extraen los fangos, que van a un espesador antes de ser trasladados al digestor. Allí se extrae metano, se deshidrata y al ser sólido se lleva al departamento de Agricultura. 

Mantenimiento de la planta

Nueve empresas optan al contrato de mantenimiento de la planta por dos años, valorado en 5,6 millones de euros. Además de incluir más de 3 millones se van a acometer mejoras. La principal tiene que ver con la incorporación del nuevo convenio colectivo, mejoras en la gestión de los fangos  y rebajas en el coste energético. "Estamos trabajando para,  cumpliendo las normas, ser eficientes en la depuración", ha explicado Serrano. Además, se mejorará el análisis de datos y el tratamiento de microplásticos.   

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión